Uno de los comerciantes de la Zona Sur de Mar del Plata dio su testimonio en la 99.9 sobre la noche que pasaron en medio de amenazas de posibles robos y saqueos: “estamos con mucha sensibilidad ante estas situaciones porque te dejan en la calle, es nuestra única fuente de trabajo”.
La noche del martes no fue fácil para muchos comerciantes de Mar del Plata, sobre todo en la zona sur ante la aparición de distintas advertencias de saqueos que se estaban organizando, aunque tenían más características de “robo piraña”.
Walter es un comerciante de la zona de Juramento y Tripulantes del Fournier y contó en la 99.9 lo que atravesó anoche: “quedamos muy golpeados desde lo que fue el acuartelamiento de la policía durante el gobierno de Scioli que fue un desastre. Estamos con mucha sensibilidad ante estas situaciones porque te dejan en la calle, es nuestra única fuente de trabajo. Tenemos mucho miedo”.
La primera advertencia llegó de la mano de los propios vecinos ante lo cuál, trató de comunicarse con las autoridades pertinentes: “vinieron vecinos a decir que cerráramos porque había mensajes de WhatsApp alertando sobre saqueos. Llamé al 911 y me dijeron que no tenían información, luego llamé a la Comisaría 3° donde la policía me dijo que habían recibido consultas de otras personas y estaban al tanto pero no me podían asegurar nada. Les pregunté que hacía y me dijeron que, por las dudas, si podía cerrar que cerrara”.
Ante esa respuesta policial, Walter decidió cerrar por las dudas, pero no fue suficiente: “me vine a mi casa y me quedé muy inquieto porque si entran al negocio me arruinan, me dejan en la calle. Decidí volver para el negocio y empecé a recorrer todo tipo patrulla para ver si se estaba armando algún grupo. Me llegaron audios que se estaban convocando en Cerrito y Lorca hasta que después terminaron intentando abrir un negocio”.
Paralelamente veía el movimiento de la policía en la calle por lo que la tensión era evidente: “la policía empezó a circular, estaban inquietos también porque cuando había un grupo de chicos los paraban y les pedían identificación. Ahí me empecé a quedarme un poco más tranquilo, pero estuvimos alerta. En ese negocio mataron a mi hermano hace muchos años, es una zona brava, pasaron 20 años y está todo igual”, recordó.