Que te atrapen copiando en un examen puede ser motivo de suspenso. Eso sí, si estás en la academia militar de West Point, es una dura afrenta contra el honor.
Nada más entrar a la academia militar de West Point (a 100 kilómetros de Nueva York) se puede leer una placa: “Un cadete no mentirá, engañara, robará ni tolerará a los que lo hagan”. Por eso, que hayan encontrado a más de 70 alumnos haciendo trampas en los exámenes puede mover todos los cimientos de una academia con más de 112 años de historia. Mientras estudiaban de manera remota debido a la pandemia, se detectaron irregularidades en las pruebas de alumnos de primer grado. En concreto, hicieron trampas en el examen de Matemáticas. La mayoría de los cadetes (55) han admitido el engaño y han sido enviados a un programa de rehabilitación de seis meses centrado en la ética. Algunos casos fueron desestimados por falta de pruebas y hay varios que se enfrentan directamente a la expulsión.
El escándalo es tal que la propia academia ha lanzado un comunicado oficial: “El sistema de honor en West Point es estricto y funciona como está diseñado”, dijo el teniente general Darryl Williams, según recoge la BBC. “Tomamos la decisión de mantener nuestros estándares académicos durante la pandemia. Y hacemos que los cadetes se atengan a esos estándares”.
La élite de West Point
Fundada en 1808 por Thomas Jefferson, por esta academia estadounidense han pasado los más famosos generales del país desde Robert E.Lee y Ulysses S.Grant, rivales en la Guerra Civil de Estados Unidos. Pero no solo hay militares en sus filas. De sus aulas han salido 18 astronautas, dos presidentes de la nación (MacArthur y Eisenhower) así como un nutrido número de senadores y empresarios.
Solo el 9% de los que solicitan una plaza en esta academia consigue superar las pruebas de acceso. Cualquier borrón en el expediente académico puede hacerte perder la plaza. Hay que remontarse a 1976 para encontrarse con unas “trampas tan masivas”. Ese año 153 cadetes fueron expulsados o renunciaron a su plaza tras comprobarse que habían copiado en el examen de Ingeniería Eléctrica. En esta academia hay que pensarse dos veces eso de sacar ‘la chuleta’.