Al igual que sucedió en la previa a la Copa del Mundo del año pasado, la violencia narco se ha apoderado de las principales calles de la ciudad
A un mes y medio del inicio de los Juegos Olímpicos 2016, la policía de Río de Janeiro reportó el viernes que 47 de sus efectivos fueron asesinados en lo que va de año, los últimos dos este jueves.
Uno de los agentes cayó emboscado por un grupo de narcotraficantes en la favela Jacarezinho, en el norte de la ciudad, y el otro fue abatido cuando estaba dentro de su automóvil cerca de una estación de autobuses en el barrio de Guaratiba.
El secretario de Seguridad del estado de Río, José Beltrame, calificó los ataques como “actos terroristas contra las instituciones, contra el Estado”.
A partir de 2008, las fuerzas de seguridad han ocupado varias favelas que estaban en manos de los narcos desde hacía 30 años y desplegaron las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en 264 de esas barriadas carenciadas, en las que viven más de un millón y medio de personas.