El Diputado de CABA habló en la 99.9 sobre la iniciativa de la Fundación Apolo para hacer una auditoría gratuita en la UBA donde puedan participar todos aquellos que deseen.
En medio de una discusión política sobre los fondos para la educación pública, la Fundación Apolo propone realizar un auditoría gratuita de como está funcionando la Universidad de Buenos Aires, para tener certezas de donde va el dinero efectivamente ya que el estado edilicio, por ejemplo, deja mucho que desear.
El Diputado de CABA, Yamil Santoro, integrante de la Fundación habló en la 99.9 sobre la verdadera discusión que habría que dar: “como graduado y ex profesor de la UBA, hay gratitud porque nos ha dado la posibilidad de acceder a una educación de calidad. Para los que transitamos la UBA vemos el techo, los pupitres y, a pesar de todo lo que no funciona bien, sigue sosteniendo un alto nivel de calidad y tiene más que ver con el cuerpo docente donde más del 50% no cobra. No se paga por casi nada, entonces ¿adonde va la plata?”.
En realidad, la política pone las cosas en términos bastante superficiales, pero para Santoro habría que analizar que es lo que está pasando y que pasa con el dinero que maneja la Universidad, porque quizás alcance si se usa en el lugar correcto: “cuando aparecen discusiones tan binarias, se esconden estos detalles que afectan a la sustentabilidad de la UBA. Entonces se me ocurrió que todo aquél que quiera formar parte de un proceso de auditoría que conduciríamos desde la Fundación APOLO pueda participar, para que no pase lo que ya sucedió de que lo haga alguien y te acusen de amiguismo o de mala intención en el proceso. Entonces, tanto los que están de un lado como del otro, puedan transparentar la UBA”.
También señaló que hay otras maneras de conseguir financiamiento teniendo en cuenta que todos los que egresan de la Universidad Pública, luego pueden a partir de su trabajo devolver algo de lo que pudieron adquirir: “es razonable que, si con Mercado Pago podes hacerte suscriptor de la Fundación Apolo, en las Universidades donde no arancelaron el ingreso, muchos graduados estén dispuestos a ayudar pero tiene que ser transparentes. Se pueden armar mecanismos virtuosos para salir de este falso dilema que si le tocan un peso a la UBA, la educación pública está en peligro. Esa es una forma muy demagógica de esconder los curros”.