Schlumberger, de origen francés, desembolsará unos u$s 400 millones para extraer petróleo y gas no convencional. Es el tercer acuerdo que firma YPF en dos meses
La compañía semi-estatal YPF suscribió ayer un acuerdo de inversión por aproximadamente u$s 400 millones con Schlumberger, la empresa de servicios más grande del mundo en el sector, para explotar petróleo y gas no convencional en el yacimiento neuquino Bandurria Sur, de Vaca Muerta.
Si bien no hubo información oficial para los medios, la suscripción del convenio estaba agendada y se dará a conocer luego de que YPF informe la operación a sus accionistas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y la Comisión Nacional de Valores (CNV), lo que no había sucedido hasta el cierre de esta edición.
La firma de origen francés desembolsará el dinero para financiar la totalidad de la perforación de unos 25 pozos horizontales en el bloque que limita con Loma Campana, que es el primer yacimiento desarrollado masivamente en Vaca Muerta por los trabajos de la petrolera argentina y Chevron desde 2013. Allí se encuentra el mayor nivel de infraestructura de la cuenca Neuquina y la cercanía entre estos bloques ayudaría a bajar los costos. Las operaciones de Bandurria Sur estarán totalmente a cargo de YPF.
Bandurria Sur es producto de una subdivisión hecha en 2015 de un campo compartido por YPF, Pan American Energy (PAE) y Wintershall y está concesionado por 35 años a YPF, que desembolsó cerca de u$s 300 millones para la etapa piloto. PAE maneja la zona Centro de Bandurria y Wintershall, la Norte.
El memorándum de entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) es el tercero que firma YPF en los últimos meses. A fines de febrero acordó con Shell desarrollar un proyecto en Bajada de Añelo por u$s 300 millones y en los últimos días de marzo suscribió otro MOU por u$s 500 millones con PAE, Wintershall y Total Austral para repartirse la explotación de Aguada Pichana.
De todas formas, las cifras de estos convenios se mantienen lejos de lo planteado el mes pasado por Tecpetrol -el brazo del gigante industrial Techint en el sector-, que revolucionó a la industria con un anuncio de inversión de u$s 2300 millones para los próximos tres años.
Pese a la diferencia numérica, la operación de YPF con Schlumberger sacude al mercado por una cuestión de nombres. Es que el ex presidente y CEO de YPF durante la gestión kirchnerista, Miguel Galuccio, volvió a la empresa francesa-donde trabajaba antes de ser convocado por la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner- y ahora ocupa el directorio mundial. No obstante, Galuccio se mantendría al margen de estos acuerdos por el manejo de información confidencial que tiene.
Fuentes de YPF consignaron que por las relaciones comerciales existentes entre ambas empresas, “como es usual en el mercado, cuando Galuccio fue designado miembro del directorio global de Schlumberger, se envió una nota de rigor a fin de evitar potenciales conflictos de intereses, como indican las buenas prácticas comerciales”.
La semana pasada, el portal Infobae reveló que el ejecutivo incrementó su patrimonio en u$s 80 millones durante su paso por la re-estatizada YPF. Por ese motivo, la diputada Elisa Carrió reflotó esta semana en el Congreso una iniciativa para investigar “posibles ilícitos” cometidos por Galuccio, el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, y el ex secretario Carlos Zannini.