1) Maxi Abad (notable) | 2) Axel Kicillof (mendacidad inevitable) | 3) Pablo Grillo (usando su mala suerte) | 4) Vanina Biassi (comunista enemiga del pueblo) | 5) Alejandro Carrancio (millones en danza) | 6) Homero Giles (violador serial de derechos humanos) | 7) Ariel Lijo (500 jueces federales no fueron suficiente) | 8) Eduardo Feinmann (no le filmen la camioneta) | 9) Roberto Funes Ugarte (Robertito, el más concreto) | 10) Volodomyr Zelinsky (un héroe real)
El latiguillo recurrente de mis colegas es «el reclamo de los jubilados es justo». Y, sí, lo es. No obstante, no puede dejar de señalarse que en los cuatro años que gobernaron Alberto, Cristina y Sergio la pulverización tanto de las jubilaciones como de cualquier otro tipo de ingreso fue brutal, y nadie decía nada.
El Poder Judicial es el único estamento de nuestra sociedad que parece ajeno a una realidad que es evidente: hay gente que dedica su vida a delinquir, simple y llanamente. No son víctimas, son victimarios.
En la era Trump todo puede desmoronarse por una docena de huevos. Su gobierno está lanzado a un cambio de las reglas de juego que ya provoca no sólo controversia, sino alta irritación.
De peronistas disfrazados de liberales. Recientemente se promocionó una supuesta reunión libertaria en Mar del Plata con la intención de mostrar músculo político. Si, como se juzga todo hoy, es por las redes —básicamente, X—, el saldo es muy pobre.
1) Axel Kicillof (un galimatías) | 2) Sergio Massa (la mano que mece la cuna) | 3) Graciela Spinelli (impulsa un debate imprescindible) | 4) Karina Milei (la hermana presidencial en zona de riesgo) | 5) Christian Sanz (apuntándole al armador desarmado) | 6) Federico Susbielles (cisne negro) | 7) Manuel García Mansilla (dio la nota) | 8) Augusto Digiovanni (va por más) | 9) Sandra Arroyo Salgado (¿inmanejable?) | 10) Facundo Manes (el neuro-coso está en modo estrella)
