Al iniciar la pandemia, el radical Mario Negri lanzó: “presidente usted es el comandante en jefe, somos uno solo en esta batalla”. La expresión fue volcada en una reunión política celebrada el 18 de marzo de 2020. Así, todos alienados, iniciábamos el periodo más extenso de conculcación de derechos cívicos en el país.
La tarea policial | Una denuncia contra la policía de la provincia habla no sólo de ineficiencia y desconocimiento, sino además de apremios ilegales, tortura y falsificación. ¿Tiene arreglo esto? Qué pocas esperanzas de recuperación nos quedan…
Se hace obvio que en la lectura histórica de este momento de la vida del país que la elección de 2019 que elevó a la fórmula Fernández-Fernández a la presidencia de la nación, era un imperativo. Era necesario que este hecho diera final a la zaga que comenzó en el golpe de 1943 pergeñado por el GOU, dejando como hijo histórico de aquellos hechos a Juan Domingo Perón.
De gustos y pagos en especias. Quizás nunca imaginó tanto. Marcelo Pasetti no es el cronista que llegó a jefe de redacción, es testa de Florencio Aldrey Iglesias.
1) Adrián Alasino (pronósticos errados) | 2) Exequiel Rodríguez (ciencia al tope) | 3) Angélica González (legítima preocupación) | 4) Carlos Aramburu (enloquecido con “¡Ay Carmela!”) | 5) Federico Abraham (¿el culpable?) | 6) Facundo Moyano (extraña renuncia) | 7) Clara Barrenechea (decepcionada total) | 8) Coky Balmaceda (el gran ausente) | 9) Guadalupe Vázquez (dio en el clavo) | 10) Federico Llamas (el que lo dice, lo es)
El nivel de violencia que padece nuestra ciudad no es, en volumen, el que sufre Rosario, pero el crescendo es preocupante. A diario se suceden ajustes de cuenta que, por goteo, llenan de sangre la ciudad. La organización heredada de anteriores administraciones municipales y la anquilosada estructura provincial de seguridad han fracasado. Cambiar, es urgente.
