La pirámide Ponzi | La Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires ordenó revisar la sentencia a Viglione y Larsen una vez más. Fueron los protagonistas de la estafa piramidal marplatense, y la plata nunca apareció.
Todo marplatense sabe que esta ciudad supo tener su propio escándalo por estafa piramidal al estilo Ponzi. Fue la que elucubró Daniel Viglione, que hasta la pandemia estuvo preso en la Unidad 44 de Batán, después de que fue detenido en un hotel de Mendoza, aquel 5 de noviembre de 2016.
Unos días antes de este episodio, Viglione se había escapado de Mar del Plata y de todos aquellos que le habían confiado su dinero para realizar inversiones: le habían confiado ahorros porque él decía que operaba en el mercado de Forex.
Sucedió que algunos de ellos comenzaron a presionarlo para que devolviera el capital invertido porque el gobierno de Macri había anunciado un blanqueo de capitales. Cuando se vio venir la complicación, el presunto financista se escapó.
Oportunamente, él ya había desviado la atención y las sospechas porque había podido responder en pocos casos con mínimos porcentajes, pero cuando se vio acorralado simplemente abandonó las oficinas que alquilaba en el centro y se escapó. Dicen que antes fue a arrancar las cámaras de seguridad de su casita de 400 mil dólares y, como en una película de acción, intentó cruzó el país en coche.
Hay quienes creen que escondió el botín en algún punto del país, porque jamás lo encontraron. Se había hecho conocido porque durante años llamaba a los ahorristas a través de su programa de radio EconomyGeeks, que emitía en Radio Mitre Mar del Plata.
Viglione tenía un mínimo 10 mil dólares para admitirte como cliente, aunque en ocasiones aceptaba a pequeños inversores, a quienes les daría una «oportunidad», por lo que en esta red terminaron cayendo también trabajadores, jubilados y pequeños comerciantes.
En aquel juicio se supo de una mujer de 89 años a quien le hicieron creer que se impondría un nuevo cepo bancario, y hasta la acompañaron al banco a retirar sus ahorros. Hubo una familia que vendió su casa para poder invertir con él. Y hasta una mujer discapacitada, que contó cómo Viglione, junto con su ayudante, María Larsen, la dejaron en un café después de que entregó su dinero, y no volvieron más: le habían dicho que iban a buscar el recibo.
De todas maneras, el comprobante que ellos entregaban era únicamente una hoja membretada con el logo de una firma estadounidense, que en verdad operaba en Forex: Viglione lo imprimía a la vuelta de su oficina.
El proceso
Hace dos años atrás, la Cámara de Apelaciones local decidió aumentar la pena de quien se llamaba a sí mismo el «analista de mercados a futuro», Daniel Vilgione, y también revocar la absolución de María Larsen, que la justicia había determinado en agosto de 2019. Fue en febrero de 2020, cuando los jueces Marcelo Riquert y Esteban Viñas de la sala 1 hicieron lugar al planteo de la abogada Liliana Pérez, del abogado Julio Razona y también del fiscal. Precisamente tomaban el planteo de la querella, que indicaba que la conducta delictiva investigada debía considerarse un concurso real de delitos. Por lo tanto, se condenaba a Viglione a la pena de 9 años y 4 meses de prisión y a María Larsen a 4 años y 8 meses de prisión: así se revocaba la absolución otorgada por el juez de grado.
La sentencia indicaba que María Delia Larsen había sido presentada a varios de los damnificados como «socia» o «colaboradora» de Daniel Viglione. También era quien se quedaba a cargo cuando el financista no estaba, o estaba ocupado en otras oficinas. Se dejaba ver que ella podía tomar decisiones sobre el negocio, por lo tanto era imposible pensar que fuera ajena a las maniobras delictivas. En este sentido habían señalado: «acompañó a Viglione en reuniones públicas donde se hizo difusión de las operaciones con moneda extranjera que constituyen la base de los hechos materia de juzgamiento en este proceso». También: «buscó convencer a distintas personas para que invirtieran con Viglione, elogiando sus conocimientos en ese tipo de operaciones, su honestidad y la seguridad de los resultados ofrecidos». Larsen era responsable.
Inmediatamente, tras esta sorpresa, el defensor oficial que acompaña a Viglione, Ricardo Luis Mendoza, así como los abogados Sergio Fernández y Luz Alonso Proto que defienden a Larsen, interpusieron todos los recursos que tuvieron a la mano, y resulta que fueron admitidos.
Ahora, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires resolvió remitir la causa a la presidencia de la Cámara de Apelación y Garantías Penal para que realice una revisión integral de la sentencia que había dictado la Sala 1 de ese mismo órgano.
La domiciliaria
Hay que considerar que ya en abril de 2020, por tener más de 60 años y registrar antecedentes cardíacos, la jueza correccional Ana Fernández le otorgó a Viglione la prisión domiciliaria con monitoreo electrónico. Estábamos en plena pandemia, y el responsable de estafar a su comunidad en cuatro millones de dólares se fue a su casa con tobillera.
Entonces: en primer lugar un juicio oral determinó que a Viglione lo condenaron a 5 años y 6 meses de cárcel y la absolución María Delia Larsen. Fue el proceso en el que se pudo oír cómo una gran cantidad de desprevenidos perdieron todos sus ahorros con promesas de ganancias desmedidas. Para la jueza Ana Fernández, que había dictado esta condena en primera instancia, el delito había sido en concurso ideal: una misma estafa continuada.
Menos de 6 meses después, la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal revocó la absolución: la mujer, de 61 años, debería cumplir 4 años y 8 meses de prisión, en tanto a Viglione casi se le duplicaron la condena que pasó a 9 años y 4 meses. La sala 1 consideraba que los delitos acreditados habían sido cometidos en concurso real: cada hecho, cada delito, es independiente y por lo tanto deben sumarse. Riquert y Viñas declararon inadmisibles los recursos interpuestos por la fiscalía y los damnificados para impugnar la calificación legal de delito continuado, y también el monto de la pena. Así, Viglione era considerado autor jurídicamente responsable del delito de estafas (87 hechos) y se modificaba su concurrencia, «que es real» y la pena consecuente. La coautoría de Larsen se limitaba a dos hechos; en otros 43 era considerada partícipe primaria.
Ahora nuevamente prima el recurso, y la Corte Suprema resuelve: «remitir la causa a la presidencia de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial mar del Plata para que desinsacule los jueces hábiles integrantes de la nueva sala que, de acuerdo con los lineamientos aquí trazados, deberá llevar a cabo, a la menor brevedad posible, la revisión integral de la sentencia dictada por la Sala 1 del mismo órgano». Es decir, para atrás. El dinero está en alguna parte, y sería suficiente para pagar todos los abogados de la ciudad, aunque aparentemente todo esto se le ocurre al defensor oficial, que es más que eficiente. Viglione sigue en su casa, viendo que más le consiguen los profesionales. Si hay algo que sabe, es de manejar dinero ajeno.