Abandono de persona

Panorama Covid 19 | Los titulares del ejecutivo nacional fueron denunciados por las imprecisiones en las cifras de los enfermos y muertos desde inicio de la pandemia. Los argumentos dicen que el confinamiento ha agravado otros problemas de la salud, que no son el virus, y que esto tendrá consecuencias.

Un abogado porteño realizó una denuncia penal por los delitos de abandono de persona, incumplimiento de los deberes de funcionario público, y estrago y amenazas, de acuerdo con los artículos 106, 108, 149 bis, 189, 248 y 249 del Código Penal de la Nación. Los acusados son el presidente Alberto Fernández y el ministro de salud, Ginés González García.

Jorge Vitale es el denunciante, y expone que, tras 160 días de adoptadas las primeras medidas por la pandemia, como el aislamiento social preventivo y obligatorio, el gobierno no ha podido informar adecuadamente la estadística de muertes reales producidas en el país por el virus: “día tras día cambian los números, informan que no se trata de las muertes ocurridas ese día, sino de fallecidos de hasta dos meses atrás. Y en algunos casos se informa que no se sabe con exactitud la cantidad de ellos”.

El denunciante se queja de las imprecisiones, y agrega que no se realizó un estudio comparativo de los fallecidos en 2019 y 2020. Como agravante, considera que personas que han fallecido por diversas razones que no son el Covid, figuran en sus partidas de defunción con deceso atribuido al coronavirus. ¿Es posible?

El abogado Vitale indica que, al no conocer las consecuencias de esta enfermedad, se han tomado medidas tan extremas que se han desatendido absolutamente todas las demás patologías existentes, que podrían ser evitadas con la prevención y el tratamiento oportuno y adecuado.

“Hoy se sabe que ha aumentado el fallecimiento por falta de tratamiento de personas con patologías cardíacas, diabetes, neurológicas, se han incrementado los suicidios, las violencias domésticas, entre otros. En este punto es donde vemos un verdadero abandono de persona”, dice la denuncia elevada, y agrega que toda la sociedad se vio afectada y privada de su derecho a la salud por la falta de atención y prevención.

El abogado considera que las medidas adoptadas por el gobierno nacional han sido precipitadas, cuando no se tenían los antecedentes suficientes ni se contaba con el asesoramiento adecuado. Afirma además que el presidente se limitó a escuchar a los epidemiólogos propios, y desatendió las voces de otros médicos especialistas en la materia.

“Durante estos 160 días se han manejado con el miedo y el terror hacia toda la ciudadanía, privándoselos de absolutamente todos los derechos inalienables”, indica el texto, y agrega que se han generado otro tipo de enfermedades propias del encierro y el aislamiento, así como también se ha generado un deterioro patrimonial a la nación, y a cada uno de los ciudadanos, que sufren, a consecuencia, de porcentajes altísimo de pobreza y desempleo.

En el mundo aún se discute la cuarentena estricta pero, cuando el confinamiento se realiza en un momento estratégico y por un tiempo limitado, es decir 4 semanas, el resultado es beneficioso, según explica el abogado. Pero agrega que, cuando se alargan, las cuarentenas ya no tienen el mismo efecto, y el beneficio comienza a revertirse. La salud debe de ser considerada de una manera integral, y no puede limitarse al aspecto epidemiológico. Es necesario que se tenga en cuenta la salud psíquica del sujeto, lo social y económico: todos los elementos alteran la realidad de las personas.

Causas de muerte

Pero en  Argentina, desde hace más de 160 días que hablamos tanto y tantas veces de muertos por día, que parece que la infección por COVID-19 fuera la única causa de muerte: lo urgente, desplaza a lo importante. En cualquier análisis, las estadísticas cuentan una parte de la historia, pero ninguna cuenta cómo aumenta el número de muertos por día por enfermedad cardiovascular por no prevenir, no consultar, o llegar tarde a la consulta. Esto es lo que argumenta el denunciante Vitale.

Según relata, en la crisis del 2001 la depresión económica llevó a depresión psicológica, desesperanza, estrés negativo, insomnio, ausencia de proyectos y pérdida de autoestima, entre otros aspectos psicológicos que reflejaron un estrés negativo y que pueden ser gatillo de infarto agudo de miocardio. En un trabajo en vías de publicación sobre 1000 encuestas en Mendoza, el Dr. Sebastián Wolff y Col observó que un 60% de los individuos sanos en pandemia sufrió depresión, ansiedad, tristeza, falta de voluntad o desesperanza. No hay dudas de que —además de mayor mortalidad por no consultar— habrá mayor tasa de eventos cardiovasculares por estrés psíquico negativo.

Prestando atención a la segunda causa de muerte, que es el cáncer, la falta de prevención y de consultas que detectan precozmente alteraciones tumorales podría ser causa de mayor mortalidad futura. Lo mismo podría suceder acerca de los muertos por enfermedad pulmonar, y EPOC.

Si fallecen en el mundo y entre 290.000 y 650.000 personas por año por gripe estacional, no hay dudas de que hasta ahora el Covid tiene mayor mortalidad, pero en ambos virus el gran factor de riesgo es el ser mayor de 75 años. Pero hay que considerar que el paso del COVID-19 es con cuarentena y medidas preventivas, aunque sin vacuna y la gripe, por otro lado, se atraviesa sin cuarentena y sin medidas preventivas, aunque con vacuna.

Es decir que, si la causa de muerte número uno sigue siendo la enfermedad cardiovascular, la pandemia generaría un exceso de mortalidad difícil de estimar, pero que podría rondar un 20%: aún no se sabe cuánto influirá el estrés negativo. Tampoco se sabe cómo y cuánto va a repercutir la falta de diagnóstico precoz de tumores, y la postergación de estudios evaluativos.

Por estas razones, el abogado Vitale considera que el gobierno ha tomado medidas que han producido grandes consecuencias, ante la falta de estadísticas precisas y de diagnóstico adecuado. Y agrega: “en lo económico han producido un desastre que para recuperarnos necesitaremos muchísimos años. Cuando otros países en mejores condiciones previas a la nuestras, han adoptado medidas más beneficiosas en lo social y económico y que hoy ya se encuentran en recuperación”.

El denunciante no especifica cuáles son esos países ni esas medidas, pero agrega que es necesaria la investigación de los hechos denunciados por la posible comisión de delitos, por acción u omisión, por un “verdadero abandono de persona”. Considera que el miedo generado en los propios damnificados por las declaraciones de miembros del gobierno e integrantes de los medios de comunicación, ha sido negativo. A esto se agrega que algunas personas no han sido atendidas en hospitales públicos o prepagas, ya que en esos sitios se suspendieron las prestaciones por más de 160 días en todas las dolencias que no fueran Covid-19.

Respiradores

Pero no todas son malas: la ANMAT aprobó el modelo de respirador conocido como Un Respiro, que fue desarrollado en conjunto por la empresa Inventu y la Universidad Nacional de Rosario. Uno de los socios de esa empresa, Roberto Bisso, habló con la 99.9 , y explicó: “estamos felices porque hace 6 meses tomamos la iniciativa para este momento difícil que veíamos que llegaba. Veíamos que el respirador era el eslabón débil en la atención de pacientes”.

La interacción con la universidad fue central para el desarrollo y su posterior aprobación. Mientras buscaban ese permiso oficial, estaban produciendo algunas unidades para los estudios necesarios y ya tienen stock para comenzar a distribuir si se requiere: “tenemos equipos hechos, porque hubo ensayos que finalizamos hace casi 2 meses. Cuando la Universidad de Rosario nos diga que los equipos deben ir a un efector, estarán ahí. No hay retraso y tampoco problemas de producción porque es un respirador barato, rápido de construir y fácil de manejar”.

El bajo valor de Un Respiro es otro de los datos salientes: “hicimos el desarrollo, la ingeniería y ANMAT nos pedía una empresa para tener las instalaciones autorizadas. La empresa Peabody será quien producirá los equipos. Entendemos que estarán al 30 o 35% de lo que salen los respiradores habituales”.

Al menos, un rayito de esperanza.