Hacienda comunal | El economista Hernán Mourelle asumió como nuevo secretario de Hacienda municipal, en reemplazo de Gustavo Schroeder. Ante los concejales, Mourelle expuso un estricto plan que procura alcanzar el déficit cero y terminar con las desprolijidades en las cuentas. No hay plata para nadie.
Hernán Mourelle llegó a la ciudad hace algunos días, y tendrá la polémica misión de monitorear las cuentas del municipio de General Pueyrredon. Fuentes de la Gobernación bajaron el tono de los comentarios, y aclararon que tareas similares se realizan en los 135 municipios de la provincia. Sin embargo, queda claro que el de Mar del Plata es un caso especial, porque los números de la municipalidad continúan en estado de emergencia. Normalizar la situación será el desafío del economista.
La primera reunión en el Honorable Concejo Deliberante con la Comisión de Hacienda fue intensa. Concurrieron también concejales que pertenecen a otras comisiones, por lo que la charla informal no fue puramente técnica, sino que se abordaron cuestiones que tienen que ver con la vida de los vecinos y las decisiones políticas que se toman para que el pago de las tasas retorne a la población.
Más allá de las presentaciones, el nuevo secretario fue recibido con el reclamo concreto de la falta de información. Los integrantes del Concejo dijeron que, si bien se había previsto que periódicamente los integrantes tuvieran acceso al curso de los acontecimientos en materia económica, esto no se había podido lograr. El nuevo secretario explicó que, si bien no puede dar explicaciones por su predecesor, había sido consecuencia del trajín de sus labores:”La dinámica del día a día lo habrá desbordado”.
Las primeras noticias no son buenas: el desequilibrio es muy fuerte, y se debe a una acumulación de políticas de los últimos años. Capas y capas de distintos privilegios que fueron otorgados a distintos sectores, son las verdaderas razones del desorden que nos ha traído hasta acá.
Inmediatamente, los ediles comunicaron la materia concreta de sus mayores preocupaciones: el curso de la recaudación, el stock de deuda, el déficit mensual y el uso de los recursos afectados. Sobre estos temas versaría cada una de las respuestas del economista nombrado.
Si bien las previsiones del 2017 adelantaban que la recaudación no iba a ser muy buena, se aclaró que se vienen cumpliendo los números pensados. La primera pregunta apunta a que no ha habido plan de recupero de deuda, ni ejecución de propiedades, sobre todo de aquellos contribuyentes que sí tienen capacidad contributiva.
El nuevo secretario aclaró que en Argentina existe una cultura de esperar la moratoria, lo cual le parece injusto, ya que quienes lo hacen se benefician con la inflación y pagan sus impuestos a precio nominal con fecha pospuesta. No se realizarán nuevas moratorias, sino que simplemente habrá algunos planes de pagos que permitan a los vecinos de los barrios ponerse al día, si es que han tenido dificultades para cumplir con sus obligaciones fiscales: “buscaremos un acuerdo con ARBA para innovar, en alguna licitación con empresas que utilizan tecnología que después nos quedaría para el municipio”. Lo cierto es que al día de hoy, no hay una información fehaciente de la deuda que mantienen los contribuyentes con el municipio. Y agregó: “la moratoria es tóxica”.
En cuanto al stock de deuda, se aclaró que se eleva a 1.000 millones con proveedores y 180 millones en cuenta corriente, pero en este momento la comuna se encuentra abocada a devolver un monto importante del presupuesto 2015. Esa devolución, se prevé, terminará en noviembre del corriente. Lo más grave es la estimación de que, de no corregir el rumbo, el déficit podría llegar el año que viene a los 1.800 millones de pesos: “Vamos a trabajar participando de medidas originales para llevar a la ciudad el equilibrio fiscal rápido porque así es inviable”.
Sólo deudas
La deuda de la gestión anterior, al decir de Mourelle, alcanzaba los 1.000 millones. Al final del primer año de gestión del nuevo gobierno, la deuda permanece igual, pero gracias a los recursos extraordinarios aportados por la nación, esa cifra no se ha incrementado: “Llegamos a un punto de las dinámicas que si no tomamos correcciones no la vamos a poder sostener, y el déficit va a llegar al 30% del presupuesto, lo cual es alarmante”, dijo. Expuso además que es necesario tomar medidas extremas que lleven el déficit a cero, y luego implementar un sistema de bonos, para así cancelar el pasivo: “Hoy no podemos emitir un bono, porque no se pueden afrontar los gastos comunes. El bono se va a emitir cuando no haya déficit fiscal”.
Uno de los ejes más acalorados de la discusión fue el canon que se paga a la empresa 9 de Julio. Mourelle explicó que lo estableció la gestión anterior, que llevó a cabo la licitación. En ese contrato se establece la manera en la que se incrementará tal canon, teniendo en cuenta el aumento salarial y de los costos. “El intendente no aumenta el canon”, explicó cuando se le recriminó que el Ejecutivo era responsable del último incremento: “es automático porque así lo establece el contrato, cada 6 meses”.
Cuando se tocó el tema de la firma del convenio 2018 con el fomentismo, las opiniones se dividieron. Se reclama una deuda que en algunos casos es de nueve meses, respecto de lo cual Mourelle dijo: “Su única función es el corte de césped (…) nunca me dio la impresión de que sea la ciudad verde, pero hay contratos de corte de césped por todos lados, y por eso lo estamos evaluando”. Aclaró que se está pagando el servicio vigente, pero siempre que se haya efectivizado la correspondiente rendición de lo anterior. Los concejales de la oposición confluyeron en explicar que las asociaciones de fomento cumplen un rol social muy importante en los barrios periféricos, ya que allí los jóvenes y los jubilados encuentran espacio de contención y aprendizaje de distintas disciplinas, se realiza intercambio social y hasta se festejan los cumpleaños. Sin embargo, el secretario cerró, sin poner en duda lo anterior: “sólo rinden cuentas por eso”.
La batalla
Un apartado aparte mereció el tratamiento del reciente conflicto con el personal de limpieza de una empresa licitadora, ya que, según se expuso, los empleados perdieron su fuente laboral porque la Secretaría de Salud hizo dos contrataciones directas. El funcionario explicó que la empresa en cuestión viene brindando el servicio de limpieza porque había licitado en el último año de la anterior gestión, pero que se trata de una “cáscara vacía”, una firma sin activos: “son dos señoras que no aparecieron, el propietario real no sabemos quién es”, ironizó, “Igual que la 9 de Julio, que no tiene respaldo patrimonial”. Aunque, casualmente, dijo, son las únicas dos firmas con las que el municipio está al día en los pagos.
Atribuyó lo anterior al poder de presión que tienen los servicios que están vinculados a la limpieza, dejando entrever la responsabilidad del sindicato, que puede dejar la basura sin recoger, o las oficinas sin limpiar. Relató que los hechos acontecieron el mismo día de cobro de la quincena de los empleados de limpieza, que querían cobrar. La empresa Fumigación y Limpieza no tenía los impuestos pagos, por lo cual la municipalidad no podía legalmente habilitarle el pago. El incidente se produjo, no obstante, antes del vencimiento de las obligaciones municipales: “Al día hábil siguiente, gente del sindicato fue a impedir que los médicos de los centros de salud entraran a trabajar, aduciendo falta de higiene. Ante esta situación —continuó—,salimos a tratar de resolver el problema; contratamos otra empresa”.
Relató que fue Otero, el representante sindical, quien se dirigió a los otros clientes de la empresa nueva para pedir que no los contrataran más. Y amenazó a la firma con no darle los certificados de libre deuda con el sindicato, que necesita para cobrarle a la municipalidad. Por eso, la nueva firma debió retirarse a las 72 horas, tras lo que Mourelle habló de un “sector mafioso del sindicato”. Así las cosas, el municipio procedió a contratar nuevamente a otras dos empresas de limpieza: una muy grande, para que pudiera hacerle frente al sindicato, y una pyme, por la misma razón.Prevé que el contrato directo se extienda hasta febrero, porque en marzo se realizará una nueva licitación. Aclara que se contrató a los mismos valores de la licitación.
En cuanto a los polideportivos que se encontraban casi finalizados, el Concejo expuso que se aprobaron casi 10 millones para la finalización, pero no hay novedades de la inauguración. Inclusive, se ha podido verificar un deterioro importante de construcción y maquinaria que estaba lista para su utilización. “No es tan sencillo”, dijo el secretario; “la empresa constructora hoy exige para finalizar la obra todo lo que la gestión anterior no le pagó, es decir casi 100 millones de pesos, no 10”.
Sobre al nuevo presupuesto, Mourelle aclaró que considera que lo tiene que tratar el Concejo entrante, que es el que va a tener que lidiar con él. Porque la discusión gira en torno a conseguir dinero para sanear las cuentas y no seguir endeudándose. Llegó hasta a esbozar una humorada: “Si se trata de recibir fondos, yo inscribo al municipio hasta en rifas”.
Pero el relato más complejo llegó al momento de tratar la reunión con las autoridades de OSSE: “tuvimos unas reuniones, donde planteamos un pedido de colaboración. Ellos dieron explicaciones de por qué no iban a colaborar con el municipio, en forma elegante. De lo números que ellos habían dado como información, del excedente de caja que no iban a utilizar, pedimos que hicieran una asistencia financiera de corto plazo, como adelanto de tasas. El fin era para bajar el costo financiero del descubierto, que es la herramienta que se está usando. Pero no quisieron.”
El ajuste llegó para quedarse. No hay un mango, viejo Gómez, y hay que vivir con lo que se tiene: deudas y poco más.