Vacunación contra Covid 19 | Un fiscal eleva denuncia penal por la distribución arbitraria de vacunas. Mar del Plata no es ajena a lo que viene pasando en el país, pero aquí nadie sabe dónde está la lista de vacunados ilustres. ¿Quién es responsable, entonces?
Todos hablan del vacunagate. Todos creen que es un escándalo de se perjudique a adultos mayores que siguen esperando su dosis de vacuna contra el Covid, mientras los “amigos de alguien” se quedan con el puesto de privilegio en la lista de salvados de la enfermedad.
El Defensor del Pueblo para la Tercera Edad, Eugenio Semino, indicó en la 99.9: “estamos viendo derivaciones brutales”. El funcionario considera que aquí se discrimina por edad, aunque estemos contando ya 51.000 fallecidos y dos millones de infectados.
Pero, para Semino, ir a la justicia no será la solución:considera que habitualmente en nuestro país los juicios a funcionarios públicos terminan en un exilio “dorado” en embajadas, comiendo muy bien, y que la condena llega cuando ya han muerto. Es sumamente escéptico respecto de la intervención sobre la conducta de estos personajes. ¿Y entonces?
Explica que en Argentina se han vacunado sólo el 0.02% de los adultos mayores, es decir, que aún falta muchísimo como para empezar a pensar que hay vacunas para alguien más. Pero agrega que el problema fundamental surge porque no se utiliza el circuito habitual de farmacias que implementa PAMI: “el país tiene una capacidad de vacunación importantísima, hay vacunatorios, centros de salud y hospitales; pero (ahora) se vacuna en locales partidarios. Cada vacuna mal aplicada es una condena a muerte inmediata de un adulto mayor… Son conductas criminales”.
Cuando este verdadero escándalo se arma y agita la cuestión de las vacunas en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, Mar del Plata no quedará ajena: crecen los rumores de un manejo discrecional de La Cámpora a través de su estructura política, que habría privilegiado a ciertas personas para ser merecedoras de su dosis.
La concejala Angélica González también expuso su punto de vista en la 99.9, y también afirmó que el sistema municipal local podría haber llevado adelante la aplicación de las dosis, pero que la provincia decidió monopolizar las decisiones: “Mar del Plata tiene una estructura de salud completa que durante años se ha hecho en Centros de Salud con personal especializado. Esto lo están manejando Provincia y Nación. Lo más lamentable es que se está utilizando como una cuestión de militancia”.
Lo que estaría sucediendo en la ciudad, no sería ni más ni menos que lo que se ha visto en otros lugares, pero Marcos Gutiérrez —como representante del oficialismo— no ha reconocido ninguna responsabilidad al respecto. Decía González: “Dentro del Concejo Deliberante, nos debemos a nosotros mismos y a los demás respeto, pero eso no quiere decir que uno calle cuando sabe ciertas cosas”.
Por otro lado, señaló que se debe seguir buscando a los culpables de esta situación y no quedarse con que todo era responsabilidad del exministro Ginés González García. Agregó que alrededor suyo había muchas autoridades que lo sabían y colaboraban. “Son actos de mezquindad y egoísmo”, cerraba.
Provincia
Pero mientras todo este escándalo se destapaba, en La Plata hicieron una presentación conjunta Florencia Arietto y el senador provincial Juan Pablo Allan. Este último habló en la 99.9, y explicó que las personas que están esperando vacunas ahora ven cómo se desvían las dosis hacia la política. Esa es la razón por la cual elevaron un pedido de investigación, para ver si alguno de los funcionarios del Ministerio de Salud no cumplió con sus funciones. El otro objetivo que están persiguiendo es lograr que el Ministerio de Salud provincial publique todos los datos registrados en la vacunación hasta el día de hoy. Lo que conocemos como registro SISA, que es restringido: “queremos que se haga público para saber si hubo privilegios y por qué”, cerraba.
Se trata de una maniobra política en medio de un momento sensible para la sociedad, y la justicia deberá avanzar en ese tema: “Nosotros presentamos 13 casos y en un corte aleatorio que hicimos ninguno superaba los 40 años. Lo hicimos en base de publicaciones personales de sus propias redes sociales. Se vanagloriaban de algo que está mal”. Agregó: “hay muchos casos que figuran como personal de salud y no lo son, y otras personas que teniendo la edad de más de 70, se vacunaron cuando recién lo estaba haciendo el personal de salud. Por eso, es imprescindible mostrar todo”.
Mientras tanto, desde el ministerio público fiscal, Javier Pettigiani elevó la denuncia penal porque considera que los funcionarios del estado nacional y provincial que están a cargo del llamado Plan Estratégico para la vacunación contra el Covid podrían haber incurrido en delitos de acción pública. Dice que apartir del 20 de febrero han tomado estado público a través de los medios de comunicación y de diversas redes sociales, que ciertas personas que no se encuentran comprendidas en los grupos prioritarios —funcionarios y sus familias, por ejemplo— han sido vacunados en distintas jurisdicciones del territorio nacional.
Pettigiani afirma que el acceso a las vacunas se ha convertido en un problema, no solo para la Argentina, sino para el mundo entero, pero agrega que como ciudad no nos hemos quedado afuera de este despropósito: “conforme la información que surge del sitio oficial del municipio de General Pueyrredon, a la fecha nuestra ciudad registraría más de 41.000 casos, y 1.285 muertes, mientras que las dosis recibidas en las distintas tandas superarían por poco las 5.000”.
Zona Sanitaria
Las vacunas no se pueden comprar en forma privada, son bienes públicos y escasos. Por lo tanto, la administración nacional debe de ser estratégica, equitativa, científica y por supuesto moral en su distribución, porque la pandemia sigue teniendo consecuencias devastadoras. Esta denuncia, fechada el 22 de febrero, solicita que se libre oficio a PAMI y a Zona Sanitaria VIII, con el fin de que den respuesta acerca de lo siguiente: “la cantidad de dosis efectivamente recibidas hasta el momento, la cantidad de dosis efectivamente distribuidas y aplicadas, debiéndose indicar con precisión los destinatarios de las mismas y su pertenencia a los grupos de riesgo dentro del orden de prevalencia establecido por la normativa citada en la presente”.
A todo esto, Gastón Vargas, el médico sanitarista que fuera designado al frente de Zona Sanitaria VIII hace exactamente un año, cuando nada hacía prever que el puesto iba a tener tantos inconvenientes, tuvo que responder las preguntas que se le hicieron. Su posición le sirve para sacudirsela tierra del traje: dijo que la vacunación contra el Covid se maneja directamente desde La Plata a través de una plataforma informática del Ministerio de Salud. “Las dosis son repartidas en virtud de la cantidad de personas que asistirá a vacunarse en cada uno de los vacunatorios, y de igual manera tampoco las mismas pasan por la Región Sanitaria, sino que son traídas desde la Plata”, decía.
Vargas indicó además que sólo puede acceder a la plataforma on line con su clave personal, que se llama QLIK, y que esta solamente le brinda la información numérica, es decir cuántas dosis se dieron, y cuántas personas se anotaron, pero no hay información personal.
La diputada radical Alejandra Lorden habló en la 99.9 al respecto, y desde su condición de médica puede afirmar que lo que pasó, lo que está pasando y lo que se sabrá con el curso de los días, será muy grave. Señaló que están tratando analizar la lógica de la campaña de vacunación, porque no se está cumpliendo con lo anunciado:“No sabemos cómo se administra y dónde queda asentado quiénes se están vacunando. Creo que hay más de un vacunatorio VIP, y lo estamos investigando porque puede haber alguno en municipios de la provincia”. ¿Será aquí?
Por lo pronto, las confusiones son muchas, pero lo más grave es cómo diablos se va a vacunar un abuelito que nunca en su vida vio ni tuvo un teléfono celular ni una computadora. Que no tiene nietos que operen dispositivos electrónicos por él. No digan que tiene que llamar al 148, porque esa línea no responde.