Roberto Maturana denuncia la descarga de camiones atmosféricos en un predio del puerto local. Responsabiliza a la Prefectura, y a toda la plana del Ejecutivo por permitir esta locura, que también implica a OSSE.
No es de hoy que Roberto Maturana viene prestando especial atención a lo que acontece en la zona del puerto local, el área de responsabilidad del Consorcio Portuario y de la Prefectura en diferentes órdenes. Le llamaba la atención la cantidad de camiones atmosféricos que circulaban, porque no son tantas las empresas que retiran aceite usado de los buques.
Los camiones descargan frente al Consorcio Portuario, haciendo diagonal con el predio de YPF. Se trata de un sitio cerrado solamente por una reja, con salida a dos calles, una de ellas oculta cualquier forma de control. “Entran los camiones por un lado y salen por otra sin ninguna forma de control”, dice Maturana. Tienen aceite usado, residuos de sala de máquinas, materia fecal y cualquier cosa que deseen descartar, porque nadie controla qué es lo que traen.
Últimamente, los olores nauseabundos del puerto se han incrementado, y lejos están del tradicional olor a pescado, o del que emanan las empresas harineras en su proceso de elaboración. Refiere el abogado que en el momento de efectuar su primera denuncia ante la Prefectura, fue acompañado al sitio por el segundo jefe, y que desde el auto podían ver ingresar los camiones que colocan una manguera y desagotan en el piso. En la oportunidad hubo “gente de Medio Ambiente, y un patrullero. Tomaron notas y filmaron”, indica. Según su relato, de allí fueron al edificio de Prefectura donde le indicaron al denunciante que tomaría intervención la fiscalía temática, por lo cual sintió cierta tranquilidad: consideró que la vía administrativa haría que estos trámites siguieran su curso y que las personas encargadas del control ambiental terminarían no sólo por intervenir, sino por sancionar a quien correspondiera.
Esa misma tarde los camiones seguían descargando. El día siguiente recibió un nuevo llamado de Prefectura: el titular refería haber dialogado con el intendente y con el titular de OSSE, Mario Dell’ Olio, y que le habían indicado lo siguiente: “este es un predio perfectamente habilitado por la municipalidad, es una planta de tratamiento de residuos que tiene una bomba para llevar los líquidos desde allí hasta Camet, y los sólidos los echarán ahí, donde tiran la basura”.
El supuesto tratamiento lo brinda una máquina que hay ahí, de unos dos metros por uno, y tres personas que, según refiere Maturana, “no tienen calificación de nada”.
La gente más vieja del puerto indica que en ese lugar descargaban sus residuos las salineras, que luego les inyectaban agua, e iban a través de una compuerta a las lagunas de Punta Mogotes. Tendrían también una descarga al mar o al pluvial.
Con todo
En entrevista exclusiva con Noticias & Protagonistas, Maturana expresó: “el prefecto es un gran corrupto, porque él está al frente de la Prefectura y tiene la potestad de cuidar el medio ambiente, obligatoriamente. Si yo hago una denuncia, y él puede verificar que hay camiones descargando materia fecal en el puerto, él tiene la obligación de comunicarlo a la fiscalía, cosa que no hizo. Por eso yo al otro día me presenté ante el fiscal general e hice la denuncia. Él tiene la obligación de iniciar un sumario y no lo hizo, y me dijo a mí que no había delito. Él vino a trabajar de político, no de funcionario público”. Y agrega: “Todos queremos saber si es cierto que en realidad Mar del Plata tiene dos plantas de tratamiento cloacal”.
Para que fuera cierto que ese lugar estuviera “perfectamente habilitado” -en palabras del Prefecto- un predio que procesa ciertos residuos contaminantes para luego enviarlos a Camet, debería tener un equipamiento realmente importante. Basta con calcular las bombas de impulsión que serían necesarias para trasladar esos residuos por los 18 kilómetros que separan el predio de pretratamiento y el puerto local.
“Yo no podía entender de dónde salía el olor que emana de las alcantarillas del Puerto, y hasta de calle Güemes; no es el olor de las salineras, sino rigurosamente de materia fecal”, dijo el denunciante.
Hasta ahora, se le echaba la culpa de todo a Moliendas del Sur, una planta hoy cerrada, que según sus dueños, es objeto de una maniobra política y sindical que pretende culpabilizarla de todos los males de Mar del plata.
Según indica Maturana, hasta el 17 de marzo a las 15 horas pudo comprobar personalmente que había camiones descargando materia fecal en el puerto. Llegaban llenos y salían vacíos, a juzgar por la diferencia de altura entre el chasis y las ruedas: seis camiones en media hora. Si hubiera un tanque soterrado, debería ser enorme. Y si fuera bombeado, debería haber una subestación de bombeo, o una base “impulsada por un jet”, dice Maturana en tono irónico.
“La cuestión es que el puerto de Mar del plata no sólo está sumergido en el narcotráfico sino ahora está enterrado en merdis” dice el denunciante, y hace alusión a la manera en que se enriquecen vilmente los funcionarios desde el cargo que ostentan: “Llegan todos muertos de hambre y se van millonarios”.
Afirma que Hidalgo, el titular del Consorcio, ha sido puesto a dedo por el gobernador Scioli, sin que siquiera tuviera formado el directorio para operar al frente de la entidad. Según Maturana, contrató a un asesor que es un barrabrava del club Aldosivi, llamado Sosa.
La denuncia
Maturana no se va a quedar conforme con la frase “acá no hay delito”. Elevó denuncia penal contra el titular de la Prefectura, Osiris Carlos López, por violación de los deberes de funcionario público, ya que fue alertado el 18 de marzo sobre la presencia y operatoria de camiones atmosféricos dentro del ámbito de actuación del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata. Su respuesta informal por vía telefónica se resolvió al día siguiente por la mañana como cierre de su intervención, cuando dijo que le habían indicado que todo era legal: “Infringió su deber de salvaguardar el medio ambiente, al omitir intervenir en la prevención y contención de la contaminación ambiental, con total ausencia de profesionalismo, y sin respetar las normas”.
De la misma manera denuncia al Presidente del Directorio del CPRMDP Jorge Enrique Hidalgo por administración fraudulenta, contaminación peligrosa del suelo, el agua y la atmósfera “en cuanto facilita la presencia y operatoria de camiones atmosféricos dentro ámbito de actuación del CPRMDP, sin cumplir las disposiciones legales, reglamentarias y estatutarias de su cargo”.
La denuncia dice que Hidalgo estaría infringiendo su deber de salvaguardar el medio ambiente, atento a que permite que en la estación Escollera Sur se realicen actividades de almacenamiento, disposición y manejo de elementos contaminantes. Hay indicios que hacen sospechar la existencia de derrames de esos contaminantes hacia las napas subterráneas y lagunas adyacentes o hacia el mar, que pueden alterar y degradar la protección natural del terreno y del acuífero subyacente, sin estudios previos y periódicos para determinar las fuentes y el grado de la contaminación del predio donde funciona la mencionada estación. Su sistema fue construido hace más de 35 años exclusivamente para efluentes cloacales y de origen industrial del parque industrial del ámbito de actuación del CPRMDP. Agrega: “teniendo en cuenta el olor nauseabundo y el color de los derrames que se registran en la misma planta que hacen suponer provienen de residuos cloacales, sumado a la cantidad de camiones atmosféricos que entran y salen del ámbito portuario sin control del CPRMDP ni personal del CPRMDP que cumpla los mínimos parámetros de seguridad sanitaria en la supervisión de las descargas (y los que allí trabajan no usan ni barbijo), por lo que se infiere el colapso de la capacidad de tratamiento de sus instalaciones, en perjuicio de la salud de quienes respiran las emanaciones que provienen de la operatoria de los camiones atmosféricos en un área sin el mínimo resguardo ambiental, junto a las emanaciones ilegales de las harineras, que impiden el uso y goce de las propiedades de nuestra atmósfera y de lugares de recreación y de la ciudad toda como centro de vida cotidiana de los ciudadanos y ciudadanas que la habitamos o aquellos que ocasionalmente la visitan, según lo decida el viento”. Es decir que a la supuesta planta Escollera Sur le correspondería recibir exclusivamente los desechos cloacales e industriales provenientes de la Zona Industrial del Puerto de Mar del Plata: la extensión que limita con la Reserva Natural Puerto de Mar del Plata hacia el sur, la zona de seguridad al oeste, Calle Pesqueros Amapola y Angelito al Este, y el sector de playa hacia el este. Luego de un tratamiento, se bombearían los líquidos por ductos hacia la tercera cloaca máxima, y de allí a la planta de pretratamiento Ing. Baltar de Camet. Los sólidos irían al basurero municipal.
La historia dice que partir del 2006, los camiones atmosféricos sólo podían descargar en la planta de Camet. Pero en 2010, la planta Escollera Sur habría comenzado a recibir camiones atmosféricos con efluentes industriales para el filtrado de residuos sólidos gruesos por orden de Obras Sanitarias Mar del Plata Sociedad de Estado. Se comenzó con esta operatoria incluso sin contar con el Registro de Generadores de Efluentes creado en el 2009.
En el Informe de Gestión 2008-2011 del CPRMDP, se presenta como proyecto la realización de una obra que exigiría una inversión del orden de seis millones de pesos para recuperar y ampliar la red afectada al desagüe de desechos del área industrial del puerto de Mar del Plata, que descarga en la estación de bombeo de la planta Escollera Sur. En diciembre de 2012 se volvió a reemplazar el Reglamento de OSSE por el de la Ordenanza 21161: “el vuelco de vehículos atmosféricos se efectuará en los lugares habilitados y de acuerdo a la modalidad establecida por O.S.S.E. Sólo se hará previa autorización”. Es decir que se elimina toda referencia a la planta ubicada en Escollera Sur.
En diciembre de 2013, surge una mutación de las sucesivas modificaciones del Reglamento de OSSE: se pasa a que se descargue cualquier residuo donde OSSE disponga.
Las responsabilidades están claras. A nadie escapa que algo huele mal en el puerto local, pero la cuestión es por orden de quién. Habrá que esperar a ver si el fiscal general considera que es verdad que los residuos se bombean hasta Camet, o como cualquier habitante, se da cuenta de que lo más factible es que vayan a parar a la laguna de Mogotes. ¿No era esa la Reserva Natural?