Actualidad política | La agresión sufrida por la concejala Baragiola habría provenido del dirigente sindical Cristian Echeverría. El mismo que estuvo investigado por el robo de donaciones apropiadas por falsas ONGs en 2019, pero nunca condenado.
Recientemente, las elecciones internas de la Unión Cívica Radical en las que triunfó Maximiliano Abad, dejaron como saldo una grave situación de violencia que padeció directamente la concejala Vilma Baragiola. Ella misma relató en la 99.9 lo sucedido, y mencionó a personas ligadas directamente a la lista opositora de Gustavo Posse: “esto en una interna radical nunca lo ví, vinieron por mí. La vereda estaba copada por gente que no es de la interna radical, me di cuenta que estaban trabajando para Posse porque en el resto de la provincia ya había pasado”.
Las situaciones irregulares se dieron desde muy temprano, con el objetivo de que los afiliados no pudieran votar. Para eso, los opositores radicales pusieron en juego una variedad de estrategias: “yo tenía que llamar a los remiseros que estaban trayendo a los afiliados que necesitaban ser trasladados, porque se iban. Los apretaban, y no los dejaban bajar. Estaban echando a una mujer diciéndole que no estaba afiliada y la hice quedar: buscamos y estaba en padrón. Ahí me puse a discutir con todas estas personas. Vinieron unos varones a prepotearme, insultarme y agredirme. Me di vuelta porque me estaban filmando y me querrían escrachar”, dijo.
El relato de estos tensos momentos llega al punto en que la dirigente menciona haber reconocido a un militante sindical que fue quien la atacó directamente. Ella indica que fue en el instante en que se encontraba ayudando a ingresar a una mujer mayor que llegabapara votar en las internas. En ese momento sitió el empujón y luego un cachetazo en la cabeza. Cuando giró, pudo percibir que quien la insultaba era una persona con capucha y barbijo a quien sólo se le veían los ojos. Ella le preguntó quién era, y sorpresivamente el hombre le dejó ver su rostro: se trataba de titular de la CTA Autónoma, Cristian Echeverría.“Me siguió insultando, con situaciones que no están ni cerca de la verdad”, remató Baragiola.
El agresor
La concejala vinculó esta agresión con sectores del radicalismo local con los que había estado aliada en su momento, pero que ahora la enfrentan en la interna, tales como Nicolás Maiorano y Cristina Coria: “cuando hay un ciclo terminado, tengo la libertad de formar alianzas y formar otros equipos de trabajo que veo que pueden darle al partido otro tipo de posibilidades. No me gustan las personas que vienen a amedrentarte”, agregó.
Cristian Echeverría, quien se presenta como titular de la CTA Autónoma marplatense, tomó protagonismo hace unos años cuando se lo vio al frente del paro de maleteros que prácticamente paralizó la actividad de la ferroautomotora. El paro tenía la adhesión de unos 30 maleteros que respondían a Echeverría, bajo la promesa de estar “en blanco” y conformar una cooperativa. El resto de los trabajadores denunció malos tratos e intimidaciones, en caso de plantear su desacuerdo con la medida de fuerza.
El secretario general de la CTA Autónoma y titular del Sindicato de Trabajadores de Casinos, Lotería, Agencias e Hipódromos había sido durante años aliado de Pablo Micheli, pero terminó siendo denunciado penalmente por este dirigente nacional a causa de serias amenazas que le dirigió. Luego fue apuntado en un escandaloso caso defalsas ONG’s que vendían mercadería proveniente de donaciones del Estado. El nombre de Echeverría figuraba al menos en seis entregas de donaciones que habían sido realizadas en 2019 para las cooperativas de trabajo Zaframar, Fortaleza, Proyecto Esmeralda y el Centro de Jubilados Abuelos de la Esperanza, pero nunca habían llegado.
Más precisamente, se trataba de decenas de pallets con mercadería —fundamentalmente vestimenta— enviada por el ministerio de Desarrollo Social, en un convenio por el cual se distribuiría mercadería secuestrada por la aduana nacional en contenedores que no habían reunido las condiciones necesarias para una importación legal.
Tiempo después, las mercaderías donadas por Desarrollo Social durante la gestión de Carolina Stanley habían sido descubiertas en un local de ventas de calle San Martín entre Salta e Independencia, de esta ciudad, donde se montó un operativo a cargo de la Policía Federal, ya que pudo verificarse que se realizaban operaciones comerciales en un sitio con los vidrios totalmente tapados.
Posteriormente, la aduana nacional le daría intervención a la justicia federal para confirmar que seis de las entidades a las que se habían entregado los cargamentos estaban a nombre de la misma persona. Cristian Echeverría figuraba en siete actas de retiro diferentes, para las cooperativas de trabajo Zaframar, Fortaleza, Proyecto Esmeralda, y el centro de jubilados Abuelos de la Esperanza, aunque él insiste en desconocer a cualquiera de las entidades. Todos los traslados fueron realizados en un mismo camión, cuando sacaron los palets completos de elementos que debieron llegar a quienes los necesitan.
Las consecuencias
A fines de 2019, cuando el escándalo estaba en boca de todos, Echeverría fue preguntado por la prensa acerca de estos delitos, y reconoció sí que tenía “un acuerdo con Carolina Stanley”, quien fuera responsable del área de Desarrollo Social, desde el momento mismo en que él asumió la secretaría.
Pero el fraude involucraba también a ciertas ONG que trabajaron siempre correctamente como, por ejemplo, Pequeños Guerreros. Sus responsables vieron aparecer injustamente su nombre en los registros de transportes de las donaciones robadas, y dijeron que sólo podría tratarse de una entidad homónima, porque ellos jamás habían recibido nada del ministerio de Desarrollo Social.
Por el contrario, otras varias entidades de las que figuran extrayendo elementos fueron creadas durante el 2018, y antes de las PASO revelaron un mayor movimiento para retirar las mercaderías del depósito de Quilmes. Es decir, que son organizaciones fantasmas.
En conclusión, prendas de vestir secuestradas, y una causa presentada ante el Juzgado Federal n°3 de Mar del Plata a cargo del juez Santiago Inchausti, pero luego de estas investigaciones del 2019, poco y nada han avanzado las cuestiones que involucran a Echeverría. Sin embargo, el dirigente hace ahora su reentrada triunfal en la prensa local como el ejecutor de las agresiones a la concejala Baragiola, y de los intentos desesperados que cometió el grupo por sacar ventaja de las elecciones internas, aunque para eso hayan tenido que crear 800 fichas de afiliación falsas.
Las mujeres de la UCR han suscripto un documento repudiando la agresión a la edil: una estrategia grosera que sólo puede provenir de quien creyó ser el dueño de la impunidad que puede dar la política mal entendida. La CTA no quiere caer presa de su vinculación con el radical opositor, pero se dice que el violento es cercano a un operador político de apoyo al intendente local, Guillermo Montenegro: el asesor ad honorem Christian Lence. Por algo, más allá de las pruebas abrumadoras y el monto del fraude, la carpeta sigue en un estante del tribunal.