La alfombra de Lijo

Alejandro Roemmers y Matías Barreiro fueron denunciados, junto a otros importantes empresarios, por el marplatense Roberto Mazzoni de ser miembros de una importante red de trata. El juez Ariel Lijo quiso archivar la causa, pero ahora la Justicia le dijo que haga su trabajo y se ponga a investigar.

Roberto Mazzoni se hizo mediáticamente conocido hace aproximadamente una década luego de protagonizar una escandalosa separación de quien era su pareja y socio en ese momento, el bailarín Hernán Piquín. Recientemente, y a partir de la enorme relevancia que tomó el caso de la desaparición del niño correntino Loan Danilo Peña, el tema de la trata de personas se instaló nuevamente y de manera muy fuerte en la agenda pública y, en ese contexto, Mazzoni participó de una jornada sobre esta problemática que se realizó en el Senado de la Nación. Allí, el marplatense contó públicamente que, hace ya más de dos años, presentó una denuncia contra Alejandro Roemmers ­—accionista del importante laboratorio que lleva su apellido— Matías Barreiro —dirigente del club River y dueño del Sanatorio Colegiales— y otros importantes empresarios donde los acusa de ser parte de una red de trata de la cual él mismo fue víctima.

Tras la aparición en redes del video, se conoció que el pasado 8 de julio la Justicia revocó la decisión del juez Ariel Lijo de archivar esta causa, diciendo: «compartimos el carácter prematuro asignado por el impugnante a la resolución puesta en crisis». Es decir, que los hechos denunciados «no pueden ser desestimados sin la realización de las correspondientes medidas probatorias que diluciden esos interrogantes». En este sentido, la Justicia consideró que «los elementos de convicción hasta aquí colectados resultan insuficientes para archivar la causa en los términos en los que lo ha hecho el Magistrado de grado».

En otras palabras, la Cámara Federal le ordenó al candidato a la Corte Suprema de Justicia que, en vez de intentar meter la denuncia contra Roemmers y Barreiro bajo la alfombra, se dedique a investigar.

Los respaldos

Mazzoni no está solo en esta cruzada, sino que su denuncia ha recibido importantes respaldos de personas vinculadas con la lucha contra la trata de personas.

Una de ellas, es Marcela Cano, la abogada de Madres de Víctimas de Trata, quien habló en la FM 99.9 sobre la denuncia que realizó Roberto Mazzoni y donde la ONG tiene participación directa: «Madres hizo una presentación en una causa que tiene como imputados a personas muy destacadas, de mucho poder. Nosotros conocemos al señor Mazzoni porque ingresamos a la causa, a través de víctimas que ante nuestra Asociación manifiestan tener temor, pruebas y conocimiento de haber sido explotadas por una red de trata que involucra al señor Roemers, al señor Matías Barreiro y a otros personajes. Hacemos la presentación en el fuero federal, justamente en el juzgado que está a cargo del doctor Lijo, y sin mayor trascendencia, el juzgado decide desestimar nuestra representación. Es decir, ni siquiera escuchó a las víctimas. Esto deja de manifiesto que obviamente había temor de que Madres presentara a estas personas y a las pruebas que estas personas tienen, que son de relevancia».

Si bien están empujando para que la causa siga adelante, no creen que sea posible con el actual candidato a integrante de la Corte Suprema a cargo de la misma: «Mientras siga en el juzgado de Lijo, no vamos a llegar a una verdad. Creo irremediablemente que el doctor Lijo debería dar un paso al costado o se debe presentar la recusación y que pueda ser investigado en otro juzgado que tenga la libertad, que no esté condicionado, porque para mí es evidente que conoce que lo que se ha denunciado es verdad o tiene un condicionamiento».

La Dra. Cano también tuvo intervención en el reciente caso de Loan que permanece desaparecido y considera que la hipótesis de trata nunca fue tenida en cuenta: «fui una de las primeras personas que manifestó que la hipótesis de trata no había sido investigada en las primeras horas de la desaparición del niño. Estuve en la provincia de Corrientes con la familia, interiorizándome del tema, junto con la asociación que represento. Se perdieron horas cruciales. Esto pone en el tapete que, en realidad al Estado argentino le interesa poco y nada lo que es la trata de personas, al menos con fines de explotación sexual. Si bien no podemos negar que en los últimos años funcionó el Consejo Federal de Lucha contra la Trata y se trabajó mucho con respecto a la trata laboral, se hizo poco y nada con respecto a la trata sexual. Esto sucede porque muchos de los grandes consumidores de la trata se relacionan con el área judicial, con el área policial y por supuesto con áreas de poder económico muy importante, que son grandes contribuyentes al área política. Esto no pasa solamente en Argentina, sino que también pasa en el mundo».

Otra de las personas que se manifestó en respaldo a esta denuncia, es Viviana Caminos, presidenta de la Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT), que habló en la FM 99.9 sobre lo que está pasando en nuestro país: «parece que a partir de la desaparición de Loan, se destapó una olla muy importante de situaciones preexistentes, existentes, pero de las cuales nadie hablaba. Hay mucha complicidad incluso de grandes medios, algunos temas no se tocan por no tocar intereses. Parece que a partir de ahora hacer callar a la gente va a ser difícil. Son redes que ya existían».

Los registros sobre niños de corta edad que forman parte de este sistema, están por debajo de la realidad, según explicó: «cuando uno pide las estadísticas del programa de rescate, en los últimos años son muy pocos, de un 9 % que pasó a un 4,5 de chicos recuperados pero estamos hablando de menores de 18, no de niños y niñas, porque no los vas a encontrar en los lugares donde cualquier persona puede ingresar como cliente. Circulan por lugares distintos, en las casas de los señores de plata o en las estancias, por lugares muy exclusivos donde los contactos a veces son en la red oscura. Hace falta mucha investigación de la justicia de oficio, utilizar programas, que los hay de avanzada hoy para poder detectar esto que pasa en esa red», reclamó.

En medio está la denuncia pública de Roberto Mazzoni, indicando haber sido víctima de una red de trata que encabeza Alejandro Roemmers; un tema que tampoco es expuesto públicamente por los medios, pero que desde RATT están trabajando: «en el caso de la denuncia que hace Roberto sobre Roemmers, desde el año pasado hicimos entrevistas no solamente a Roberto, sino a otras personas y recién cuando uno ve determinados elementos que tienen que ver con la trata, con la experiencia que tenemos de 18 años de trabajo, de haber sido Directora del Programa de Rescate de la provincia de Buenos Aires, de haber sido una de las que participó en la redacción de la Ley de Trata, con todo ese bagaje de conocimientos, es que sí, determinamos que había indicios de trata. Si la justicia no puede probar eso, al menos hay facilitación de la prostitución, promoción de la prostitución, facilitación de drogas, que en el caso de la prostitución son temas que están en nuestra ley de trata y que tienen penas que se aplican aún con el consentimiento de la víctima».

A pesar de tener todo ese material, Caminos indicó que en la justicia no espera que la causa que tiene el juez Ariel Lijo, pueda avanzar: «no tengo muchas expectativas, porque cuando hay asimetría de poder, después de que pasó tanto tiempo, no creo que se investigue. Le hicimos a Lijo un informe en febrero donde decimos que encontramos elementos de trata para que cite a los testigos. Nadie debería haber suministrado los nombres de los testigos al equipo de abogados de Roemmers porque así como a mí me llamaron por teléfono dos veces un señor que se llama Alejandro Zárate, presentándose como comunicador de Roemmers, intentando reunirse conmigo, lo mismo podría haber pasado con las testigos».

La presidenta de RATT tiene claro que Lijo, candidato a ministro de la Corte Suprema, tiene como objetivo cerrar la causa: «leí la respuesta que hizo Lijo para intentar cerrar la causa y decía algo así como que tal y tal y tal lugar existen, pero bueno, no encontramos pruebas. Intentó archivarlo. La Cámara Federal le dijo “acá usted no hizo lo que tiene que hacer, acá no están las pruebas ni los testigos, no hay búsqueda de pruebas, así que póngase a trabajar”. Ahora con todo este lío que se armó, el fiscal dice que va a citar los testigos, pero yo soy poco optimista después tanto tiempo».

La defensa

Tanto Roemmers como Barreiro buscaron ejercer su enorme poder sobre los medios para controlar la forma en que circula la información sobre esta denuncia. En una clara estrategia conjunta, los comunicados de ambos empresarios parecen calcados: acusan a Mazzoni de presentar esta denuncia con el único fin de extorsionarlos, asegurando que él no tiene nada que perder, mientras que ellos ponen su buena imagen y prestigio en juego. Ambos equipos de comunicación utilizan además, el mismo antecedente para tratar de desprestigiarlo: su escandalosa separación de Hernán Piquín y el desacuerdo laboral que la motivó en su momento.

En el caso de Roemmers, resulta claro que la denuncia no lo preocupa en lo más mínimo: hace poco fue visto en un lugar exclusivo del cual es asiduo concurrente en Ibiza, jactándose de la compra de una importante propiedad por valor de un millón y medio de dólares en dicha isla, hablando de manera muy relajada en compañía de seis personas jóvenes a quienes se las conoce en esos círculos como «sus gatos».

¿Se sabrá inocente? ¿O estará confiado de que nada escapa una vez que el juez Ariel Lijo decide esconder algo debajo de su gruesa y amplia alfombra?