Comenzó un nuevo período de sesiones ordinarias en el Honorable Concejo Deliberante de Mar del Plata. Trajo consigo la culminación de una maniobra, o conjunto de maniobras que tenía por objetivo desplazar a la Unión Cívica Radical de su legítimo sitial al frente de la Presidencia del cuerpo, tal cual es de estilo desde 1983.
En el período anterior, 2014, en tres ocasiones se vivieron episodios de extrema violencia, que iniciaron en la misma inauguración de la sesiones y que se extendieron a lo largo de todo el año. Esta es la historia de cómo, mediante la contratación de violentos a sueldo, Gustavo Arnaldo Pulti ha corrompido el funcionamiento natural de la institución política más importante de la ciudad.
1 de abril de 2014. Faltaban minutos para que se iniciara la sesión que inauguraría un nuevo período legislativo en Mar del Plata. Militantes radicales, identificados con remeras rojas, ingresaron temprano al recinto para demostrar su apoyo a quien, por entonces, oficiaba como Presidente del Concejo Deliberante: Vilma Baragiola.
Segundos antes de las diez de la mañana, un grupo de violentos atacan a los militantes radicales sin ninguna provocación. Las imágenes hablan por sí solas.
Tras estos violentos episodios, las personas agredidas se ven forzadas a abandonar el recinto. En su lugar aparecen personas identificadas con gorros amarillos, pertenecientes a una patota de la UOCRA. Son estas personas las que se dedican a aplaudir cada una de las manifestaciones de Gustavo Arnaldo Pulti una vez que éste comienza su discurso.
2 de octubre de 2014. Tras una fuerte operación mediática que contó con la colaboración del corrillo de medios de la ciudad que reciben dinero del Estado municipal, se trata la destitución de Vilma Baragiola. Pero al Intendente no le alcanza con la destitución: él busca un escándalo.
Otra vez, grupos violentos terminan ocupando la barra ubicada al fondo del recinto. Uno de los grupos era liderado por Carlos Pampillón, personaje de la ultra derecha marplatense. El otro era el de una supuesta cooperativa inexistente, constituida por personas que se presenta a hacer desmanes donde haga falta, con tal de que alguien les pague la movida. El escándalo de la destitución de Baragiola pasó a la plana nacional, gracias a la maniobra del Intendente.
26 de febrero de 2015. Ya sin Vilma Baragiola ocupando la Presidencia del Concejo, el siguiente en la mira del Intendente es Nicolás Maiorano. Además, busca tapar el escándalo del procesamiento de su secretario Adrián Alveolite. En la Quinta Sesión Extraordinaria, Acción Marplatense presenta a votación un proyecto que no tiene ningún aval para ser aprobado, con la expresa intención de que el mismo sea rechazado. En un movimiento orquestado, supuestamente reaccionando a la desaprobación del proyecto, la patota del gremio de Camioneros, encabezada por Eva Moyano, agrede a los concejales.
La maniobra para apartar a Nicolás Maiorano fue anticipada por este medio en su sección Malas Lenguas el 15 de febrero del presente año. Se señaló en esa oportunidad la alianza que se estaba forjando entre Gustavo Arnaldo Pulti y Lucas Fiorini, del Frente Renovador. El curul decía entonces: “Es un honor y un hermoso desafío para mi persona, así como para el Bloque del Frente Renovador, integrar la Mesa Directiva del Concejo Deliberante. Estoy convencido de que con humildad, seriedad y trabajando abiertamente lograremos restablecer el normal funcionamiento del cuerpo de concejales de Mar del Plata. Ello a consecuencia de que el radicalismo, pese a tener reiteradamente la oportunidad de presidirlo, no ha podido, no ha querido o no ha sabido conducir el Concejo Deliberante. Debíamos volver a darle el lugar de honorabilidad que el órgano de representación del pueblo merece y por eso fue necesario un cambio”.
En sus propias palabras, Fiorini revela la naturaleza de lo ocurrido en la sesión del pasado jueves 1 de abril, al consumarse el “putsch” que quitó a Nicolás Maiorano del sitial que ocupaba en función de su pertenencia a la UCR y en mérito a los usos y costumbres a los que se debía la corporación deliberativa.
Un párrafo aparte merece el accionar de la bancada del Frente para la Victoria, que funciona de hecho bajo el comando directo del intendente Pulti y desdibuja la oportunidad de Carlos Cheppi de ser un contendiente serio en las próximas PASO en el orden local.
Gustavo Arnaldo Pulti, quien no duda en recurrir a la violencia a la hora de lograr sus objetivos, ha conseguido recuperar la Presidencia del Concejo para Acción Marplatense, lo cual se había propuesto en 2013 al ser derrotado ampliamente por la lista que encabezó Vilma Baragiola. Tristemente, todo ocurre ante la marcada indiferencia de una ciudadanía que no llega a notificarse de la aberración democrática que se ha producido en nuestra comunidad.
Y ha comenzado otro período de sesiones ordinarias. Que de ordinarias no tienen nada.