Fiestas electrónicas | El intendente Arroyo decretó que la realización de fiestas electrónicas estará sujeta a una estricta regulación y operativos de control. Dos de ellas se llevaron a cabo, porque sus permisos eran anteriores al decreto. Los organizadores se harán responsables de pagar los gastos extra.
“Lo que yo llamo no autorizar, ellos lo llaman prohibir“, dijo el intendente de Mar del Plata Carlos Fernando Arroyo en oportunidad de ser entrevistado en la 99.9 acerca de los planes que la Municipalidad pone en marcha para reglamentar la realización de fiestas electrónicas. El tema ha cobrado resonante actualidad, toda vez que el consumo de drogas de diseño, el exceso de alcohol, la falta de controles de seguridad y el ingreso de menores han sido los elementos del combo fatal que parecía no tener solución. La respuesta ante cada uno de los episodios que terminaron con víctimas fatales era “sí, en las fiestas electrónicas los chicos consumen pastillas sin saber siquiera qué toman”. Como si el Estado no pudiera ocupar un lugar de control y protección, limitando estas acciones que parecen reñidas con la idea de diversión joven, y ligadas a las de riesgo y muerte.
La propuesta implica un acuerdo que condicionaría la realización de tales celebraciones. Apunta a que quienes organicen la fiesta, y sean los futuros recaudadores de sus amplios beneficios económicos, sean también los encargados de solventar el servicio de ambulancias en el lugar, la atención médica de urgencia, y el pago de las horas extra de los efectivos de seguridad. Cuando se refirió específicamente al acuerdo firmado, Arroyo indicó: “se incrementaron las medidas de seguridad a pedido de la Secretaría de Salud. Por ejemplo, la cantidad de médicos por cada lugar y la presencia de dos enfermeros por cada médico. También la cantidad de ambulancias. Todo esto se comprometieron a pagarlo los organizadores. Si no fuera así, lo hubiera terminando pagando el Estado“.
El intendente destacó especialmente la importancia de que los organizadores se hagan cargo de los gastos de la contratación privada, para no quitarle efectivos al municipio: “Fíjese usted que cada vez que se produce este tipo de amontonamiento de personas en un lugar determinado por el motivo que sea, es necesario desplazar a muchos efectivos de seguridad de un lugar a otro, con lo cual está dejando desprotegidos determinados sectores de la ciudad, porque no hay personal para cubrir todos los lugares, excepto que se paguen horas extras y demás. Entonces, al final todo esto termina cayendo sobre los contribuyentes… Llegado el momento, hay que distribuir mejor las cargas, y que quien origine el gasto lo tenga que pagar; no que el contribuyente vea que tiene un policía menos en el barrio, o una ambulancia menos, porque están destinados a otro lado“.
El mundo
Sabemos que la enorme problemática ligada al consumo de sustancias psicoactivas no es una cuestión argentina. De hecho, las muertes por sobredosis han aumentado rápidamente en los últimos años entre los estadounidenses blancos. Específicamente, el abuso de analgésicos opiáceos está detrás del brusco aumento en las tasas de mortalidad entre hombres blancos de mediana edad, y no de otros grupos. Se ha registrado un mayor acceso a analgésicos potentes y a heroína más barata, ya que su consumo se incrementó un 79% entre 2007 y 2012 en EEUU, según la revista médica ‘The Lancet’. Esto se suma al aumento de los suicidios y de las cargas financieras, lo cual ha provocado una cantidad de muertes sólo comparable a los efectos de la epidemia del VIH/Sida desde 1981 hasta la actualidad: 650.000 muertos. Peores noticias trae el consumo de heroína de Irán, que ya no es sólo un simple punto de entrada y salida: mucha droga se queda en el país y se consume. El problema es tan grave que cuando se produjo el terremoto de Bam -al sureste del país en el año 2003-, la República Islámica tuvo que pedir a los organismos internacionales que incluyeran metadona entre la ayuda humanitaria.
Pero eso tampoco es todo. En 2009, Afganistán producía 8.200 toneladas de droga al año, de las cuales 2.500 entraban a Irán con destino a los países del Golfo y Europa. De esa cantidad, 500 toneladas son consumidas en Irán, mientras que otras 500 son confiscadas cada año por la policía. El resto viaja hasta Iraq, donde también se consume otra parte, y finalmente unas 1.000 toneladas se distribuyen entre Oriente Próximo y Europa.
Argentina no es ajena a lo que sucede en el mundo. Y tampoco ha sabido poner en marcha planes inteligentes que apunten a limitar el consumo, ya que parece imposible erradicarlo.
El fiscal Rodolfo Moure reflexionaba sobre el tema, y expuso en la 99.9 la preocupación judicial que hay detrás de la cuestión de las fiestas electrónicas. Explicó que la semana pasada se convocó a una reunión en la fiscalía con los distintos actores implicados en este tipo de fiestas -que se consideran eventos de alto riesgo- para indagar qué medidas de prevención se estaban previendo: “porque no queremos muertes”, dijo. Agregó: “Generalmente la justicia no tiene una función preventiva, pero en este caso estuvo buena esa reunión, porque a partir de ella se genera todo este cambio que se produjo después con la ordenanza“, comentó Moure, quien también afirmó: “después de esa reunión nos llevamos una sensación de preocupación, porque si bien se están tomando las medidas acordes al caso, lo que vemos es que por la magnitud de gente que está yendo a esas fiestas, iba a ser difícil de controlar. Después de esto viene la ordenanza del Dr. Arroyo, que me parece espectacular, porque es la primera vez que se intenta poner un poco de orden“.
En este sentido, Moure relató que en esa reunión también dialogaron con los tres empresarios que organizan esas fiestas en Mar del Plata, quienes se mostraron dispuestos a colaborar, contrariamente a lo que se comentó en ciertos medios de prensa. “Desde la justicia ya se les aclaró a los productores que ante el primer problema, la fiestas se clausuran judicialmente. Ellos también explicaron que lo que menos les interesa es que vaya gente a vender drogas. Tomaron conciencia de que la primera preocupación que tienen que tener adentro de la fiesta es que no se les descontrole a ellos. En segundo lugar, deben controlar que no haya venta de droga dentro de la fiesta, o consumo desmedido, porque los que van a tener un problema son ellos, y hasta les puede costar la libertad“, expuso.
Sobre las críticas que recibió el intendente a partir de la ordenanza, el fiscal criticó: “lo que pasa es que veníamos viviendo años de libertinaje donde cada uno hacía lo que quería y nadie podía poner orden; entonces, donde se empieza a poner un poco de orden, empiezan las reacciones. Justamente eso es lo que está pasando”. En este sentido, aseguró que, aunque las fiestas electrónicas atraigan turistas, la municipalidad debe decidir si es la clase de turismo que busca que llegue a la ciudad. También aclaró que no es justo que toda la sociedad, representada por el Estado, deba solventar una fiesta que organizan tres personas. ”Cuando tenemos eventos de este tipo, de alto riesgo, deben ser los empresarios los que asuman los costos de lo que va a pasar, de lo que puede pasar, respecto de las consecuencias que puede tener ese espectáculo“, agregaba.
Otras propuestas
Gabriel Pampín es senador provincial, y oportunamente expresó su discrepancia con el Gobierno municipal sobre la posibilidad de prohibir las fiestas electrónicas. Aseguró, sin embargo, que su regulación es muy importante, y que desde su bloque presentaron hace meses un proyecto que quedó “olvidado en un rincón”. “Nosotros, el proyecto lo presentamos en el mes de septiembre, y nos tildaron de oportunistas, porque fue después de Costa Salguero, los primeros días de septiembre, y descansa ahí en la Legislatura. Es un trabajo que se realizó con muchas instituciones, con los productores, con grupos de jóvenes, tratamos de hacer participar a muchos sectores, y también participó la gente de Capital Federal, que venía trabajando en este tema en su momento“, explicaba.
El senador aseguró que le preocupa que, de persistir la falta de regulación en este tipo de fiestas en toda la provincia, se prevén situaciones problemáticas: “Nosotros vimos la necesidad en ese momento, cuando vimos que la gente de Capital tenía tan avanzado el tema. Pensamos que podía pasar lo mismo que cuando Duhalde puso el límite de horario de los boliches bailables… que las fiestas electrónicas ilegales se vinieran a la provincia de Buenos Aires por falta de regulación“.
Pampín dio detalles sobre el proyecto que presentaron en su momento, que se basa en control, protección y seguridad: “El proyecto establece que el agua tiene que ser entregada de forma gratuita a todos los concurrentes, y en el momento en que el agua se termina, las fuerzas de seguridad deben clausurar las fiestas. Después, que el predio esté bien sanitarizado de acuerdo a la cantidad de personas que ingresan en los lugares. También la señalización, que es fundamental, porque cuando un chico está bajo el efecto de pastillas pierde el sentido de la orientación, entonces se establece que debe haber carteles luminosos, e indica que en las pantallas debe aparecer dónde están los puestos sanitarios y las ambulancias. La verdad, es un proyecto donde se involucran distintos sectores y ministerios“.
Aseguró que cuando los autores del proyecto se juntaron con los productores de los eventos para pensar la norma, ellos se mostraron muy colaborativos, en contraste con algunos prejuicios que a veces aparecen. También remarcó que, por ejemplo, la idea de entregar agua de forma gratuita surgió de los mismos organizadores: “Todos hablan de que te cobraban 100 pesos un agua mineral, pero el costo de la entrada es muy alto. El negocio de ellos no es el agua, sino el valor de la entrada y no quieren correr riesgos“.
En cuanto a la situación particular de Mar del Plata, aseguró: “Yo me pongo a disposición de ellos (el Municipio) porque el proyecto está armado, se puede acceder desde la página de la Legislatura y trabajar sobre ello. Hay una serie de cosas que son interesantes y que podrían darle solución a este tema“.
Por su parte, el secretario de Salud de Mar del Plata, Gustavo Blanco, hizo saber que apoyaría al intendente Arroyo ante la posibilidad de suspender las fiestas electrónicas. Aseguró: “Acá estamos hablando de un tema muy importante que es la palabra ‘riesgo’, que es lo que yo creo que no se evalúa“, y continuó: “el intendente ha tomado conocimiento de un riesgo inminente en la temporada; en ese sentido ha sido asesorado entre otros por mí, y hemos decidido entre todos hacer este decreto antes de que pase algo lamentable en la ciudad“.
Por otra parte, mostró apertura para modificar el decreto en caso de aparecer una propuesta superadora, como una ordenanza del Concejo Deliberante en la que se está trabajando. Pero mientras tanto “el verano está ahora. Y lo consideramos un riesgo… En una fiesta de 17 mil personas, donde se sabe que vienen a vender sustancias que nosotros desconocemos y que van a ir a consumirlas -sabiendo que el sistema sanitario nuestro está endeble- entonces, yo he evaluado junto con el intendente, un riesgo inminente de que pase algo“.
Además, Blanco comentó que tiene apoyo de autoridades provinciales ante esta medida. “Hoy está viniendo una diputada a acompañarme que es la presidenta de la Comisión de Salud. Tenemos que ir a lo largo del tiempo trabajando en una ordenanza que seguramente será superadora, y que se podrá hasta modificar este decreto el día de mañana, pero tenemos un problema ahora. Y yo este problema lo tengo que solucionar ahora, esta solución es -para mí- tajante. Yo no puedo permitir que se siga trabajando en el Concejo Deliberante una ordenanza mientras pasa el verano por las narices nuestras, y corremos un riesgo. Es lo que se pudo hacer para evitar el riesgo mayor.”
Finalmente, aseguró que los organizadores de estos eventos son gente muy seria, y que van a evaluar la situación de las fiestas cuyas entradas ya están vendidas. Su posición ha resultado ser en efecto más extrema que la del mismo intendente: “… de acá en adelante, este tipo de fiestas no se hacen más. Y vamos a duplicar los esfuerzos para las fiestas clandestinas“, dijo Blanco.