Cierre de unidades del Materno | El Hospital Materno Infantil en riesgo por el cierre de la unidad de quemados, y el traslado de los pacientes oncológicos a otro espacio. Nadie entiende la situación, pero el director Casarsa niega todo. ¿Por qué lo hace?
El tema del hospital de niños comenzó a formar parte del comentario permanente de la ciudad y las redes sociales allá por el mes de abril. En ese momento, una jovencita de 16 años, paciente oncológica del hospital, revolucionaba a todos los lectores de su carta lúcida y oportuna, en la que contaba su experiencia dolorosa en el tratamiento del cáncer, y las dificultades que estaba encontrando en la gestión de la institución que debía atenderla. Decía: “Me llamo Polina y tengo 16 años, desde noviembre 2019 me empezaron a tratar por un linfoma en el hospital. He pasado más tiempo en el hospital que en mi casa. Conozco bien el servicio de oncología. Desde que cambió la dirección del hospital, los ‘oncos’ empezamos a tener problemas”. Allí relataba que primero les habían sacado las camas de los acompañantes, cuando en realidad los enfermos menores de edad no pueden permanecer solos. Sacaron a los enfermos de cáncer del área de oncología donde había una higiene específica y necesaria y los trasladaron al área de quemados. ¿Por qué? Nadie ha entendido bien las razones de la decisión, ni la dirección ha argumentado correctamente.
Sigue Polina: “…hace tiempo que no aceptan casos, están mandando los pacientes otras zonas porque no contamos con espacio de asilamiento. Estuve en coma dos veces, y aún lucho contra una infección que adquirí en el hospital”.
Ella misma organizó una colecta por las redes en el mes de abril para conseguir las cosas que faltaban en la unidad de oncología, y esto provocó un enojo de las autoridades del nosocomio que no tuvieron mejor respuesta que echar a la paciente, con la excusa de que se excedía en la edad para el tratamiento. A pesar de que la familia tiene obra social, nadie más podía tratar a Polina porque otras instituciones no tenían recursos para un caso tan complejo.
Pero esto no es todo: el director del hospital, Hugo Casarsa, tuvo una actitud amenazante e intimidatoria con quienes estaban dejando en claro en las redes que la unidad no funcionaba como debía. Quienes se habían movilizado se detuvieron inmediatamente porque estaba claro que el remedio podía ser peor que la enfermedad.
Sufrir por dos
Yana es la mamá de Polina, y acompaña a su hija en su reclamo: una manifestación de marplatenses se ha dado cita en la entrada por Alvarado para reclamar por la atención de los más débiles. Dijo en entrevista con la 99.9 que había máscaras de oxígeno sin funcionar, y que el famoso hongo que había sido el responsable del cierre de la unidad de oncología en realidad está todo el hospital. Que hay hasta palomas en un sitio que requiere el máximo de protección.
Una de las denunciantes de la situación que se vive en el hospital, y referente en la movilización popular que se convocó en la puerta, es Jessica Iezzi. Convocada a una entrevista exclusiva con la 99.9 aclaraba la situación con precisión médica. Decía: “la sala de oncología fue trasladada en febrero de 2020. Es una sala acondicionada con habitaciones especiales con baño privado y muchas con antebaño, para preparar al personal antes de atender al paciente porque la mayoría de ellos están concompromiso inmunitario. El motivo del cierre fue un hongo en la pared y algunas modificaciones edilicias. Pero de eso hace un año y cuatro meses… Hoy esos pacientes están siendo atendidos en el sector de quemados, que si bien tiene buenos espacios, no cuenta con los requerimientos de un oncológico. Ellos tienen una condición de disminución de glóbulos blancos que los hace más propensos a contraer una bacteria”.
Iezzi explicó que el Materno es el hospital de mayor complejidad de la Zona Sanitaria VIII, y que es reconocido por la ROHA, que es el Registro Oncológico Hospitalario Argentino. Así era al menos, porque es importante que los niños con cáncer puedan atenderse en su ciudad de origen, pero hace un año y cuatro meses que no es posible, y que a los pacientes se los traslada. El Ministro de Salud debe tomar conocimiento de esto con suma urgencia.
Pero claro que esto no es todo: la sala de quemados también fue cerrada como tal en enero del 2020, cuando se trataba de un servicio específico que databa desde 1980. En el 2015 se había trasladado al segundo piso, y en 2018 a la sala nueva totalmente equipada para recibir quemados de 16 municipios. Por supuesto que también se trata de una patología de alta incidencia.
La unidad de quemados pediátrica local lleva el nombre de Hugo Ciampagna. ¿Por qué? Porque Ciampagna es un médico ilustre que dedicó su vida a salvar a pequeños que atravesaban este sufrimiento, y hoy responde a una entrevista para este medio. Dice: “los niños quemados se atienden únicamente en el Materno Infantil y no en el área privada, porque el 86% de los niños que se queman son de pobreza absoluta. Son desamparados, no tienen ni obra social ni nada. De eso la sociedad se ha defendido, y ha creado en el Hospital Materno Infantil un área para atenderlos. Y cuando me refiero a los niños quemados, no son ‘quemaditos’: son de mediana gravedad y graves”.
Continúa evocando sus comienzos: “Cuando yo ingresé en 1970 ya estaba organizada en área, y el jefe era el doctor Orlando López. Había 6 camas, y el Rotary centro había construido un sitio especial donde se podía dormir a esos niños con anestesia general y bañarlos. Había dos camas muy modernas con las cuales se podía rotar a esos niños, teniendo en cuenta que puede tratarse de un niño de 12 o 14 años, u obeso, que pesa como un adulto y debe ser rotado cada 4 horas o más”.
Por todo esto detalló la necesidad de tener un equipo multidisciplinario, y de acceder a los cargos por concurso.
Luchar por hoy
Ciampagna no entiende por qué el director Casarsa ha tomado la decisión de desmantelar la unidad, lo que obliga a los niños que sufren tal padecimiento a viajar 400 kilómetros en ambulancia, en invierno, perdiendo líquidos. Explica que llegan en muy mal estado, y que con el quemado se tiene que trasladar la familia, durante el tiempo que dure la atención.
En su relato, el médico recordó que durante sus tareas más activas fue posible instrumentar un proyecto que aunaba esfuerzos de sectores ideológicamente diferentes con un objetivo común: disminuir el número de niños quemados en los hogares de bajos recursos. Recuerda: “Las Damas Rotarianas con las Manzaneras de Chiche Duhalde, que en ese momento estaban coordinadas por Adela Segarra. Codo con codo iban a las villas para enseñarle a la gente cómo evitar estos accidentes que ponen en riesgo a los más débiles. Hacíamos campañas preventivas”.
El concejal Agustín Neme realizó una presentación respecto del cierre de la unidad de quemados del hospital. En su entrevista con la 99.9. aporta aún más información, recordando que en el 2018 se realizó una unidad nueva con infraestructura, médicos y todo un equipo interdisciplinario, no sólo para atender a los chicos que están atravesando la situación, sino para su grupo familiar. Explica: “Este lugar se había convertido en un centro de referencia a nivel regional. Lo que te cuentan los padres es que por decisión del director del Materno ha quedo sin efecto. Después de muchísimos años, hoy el Materno deriva los quemados a Capital o a otros hospitales porque no puede brindarles atención. Hay un descontento generalizado acerca del director, y mucho miedo a exponer lo que pasa”.
Hoy la unidad se encuentra desarticulada, y lo mismo sucede con el área de oncología. ¿Cuál es el criterio? Los hospitales de Mar del Plata tienen incidencia en toda la zona. Los pacientes se trasladan aquí, porque en el resto de las localidades no hay estructura suficiente para atenderlos. Se sabe que no se trata de una cuestión presupuestaria, porque estas unidades eran atendidas por profesionales de carrera que son planta del nosocomio.
El director Casarsa dijo en una nota de prensa que nunca hubo una Unidad de Quemados en el hospital de niños, cuando grandes referentes de la sociedad local pueden dar cuenta de su trayectoria en ese lugar. Los niños quemados se encuentran internados en habitaciones comunes, que comparten con pacientes de otras patologías. Y se bañan en un baño que utilizan los pacientes comunes, y sus familias. Una locura completa, porque su vulnerabilidad a las infecciones es altísima. ¿Cuál es la parte que no sabemos?