Vacunación VIP | Se destapó el entramado de favores y prebendas para conseguir dosis de vacuna contra el Covid antes de tiempo. Lo llaman el vacunagate, e involucró al ministro de salud saliente. En el sur, los poderosos de Camioneros directamente se las robaron.
El 19 de febrero fue la jornada en la que todo el Ministerio de Salud explotó por los aires simbólicamente, cuando se descubrió que había un vacunatorio clandestino para amigos poderosos en ese edificio oficial. Además del periodista Horacio Verbitsky, se vacunaron el diputado Eduardo Valdés y el senador Jorge Taiana, con la excusa de un viaje al exterior. Como no podía ser de otro modo, a la lista de nombres de ventajeros se suma el de Florencio Aldrey Iglesias y toda su parentela: Dolores Noya Aldrey, Lourdes Noya Aldrey incluidas. Aparecen, además, Salomón Schachter, un traumatólogo, profesor emérito de la UBA, los empresarios Seza Manukian y Félix Guille, más el eterno Hugo Moyano, su esposa y su hijo Jerónimo, de unos 20 años.
Ya se veía venir que algo iba a pasar, porque repartir algo sin sacar ventaja requiere de algunas condiciones morales. Sin ir más lejos, el día anterior al escándalo, 6 jóvenes militantes habían recibido vacunas contra el Covid 19 en Chivilcoy cuando no les correspondían, porque todavía no se terminó de inmunizar a los grupos de riesgo. Los vecinos de la localidad reaccionaron y pidieron explicaciones. Por eso, el intendente Guillermo Britos, ex Jefe Policial en Mar del Plata, habló a través de la 99.9: “Hoy la situación está resuelta, el vacunatorio tiene la directiva clara de que —en caso de ocurrir algo similar— no se debe vacunarlos y sí poner en conocimiento urgente a la Dirección del Hospital”. Le puso un límite a tiempo.
Casi al unísono, la fiscalía de Comodoro Rivadavia ordenaba un allanamiento a las oficinas de la obra social y el sindicato de Camioneros de Chubut, en el marco de la investigación por el robo de 30 dosis de vacuna Sputnik V que habían desaparecido del hospital que debía resguardarlas. El gremio es encabezado por el exdiputado nacional Jorge Taboada, un aliado de Hugo Moyano. Los operativos se sumaron a otros 15 realizados durante la semana en las viviendas de personal de salud del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia. Las vacunas en alguna parte tenían que estar. Para más datos, en algún freezer.
Camioneros
Es claro que falló la cadena de custodia sobre esas vacunas, y por eso se decidió que, a partir de ahora, las cámaras del hospital sean monitoreadas por el centro de monitoreo oficial, para obtener un soporte de 25 días de grabación. También acelerarán el proceso de vacunación para que las dosis no permanezcan tantos días en la institución. Pero, no obstante, el fiscal que interviene en la causa lo calificó como “hurto calamitoso”, y se puso a buscarlas intensamente.
Al día siguiente, en conferencia de prensa con la fiscalía se supo que tanto en la sede del Sindicato de Camioneros como en su Obra Social de Comodoro Rivadavia se había encontrado documentación que indicaba que miembros de esa organización gremial se habían aplicado la primera dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus y allí se iban a aplicar la segunda.
Mientras tanto, los trabajadores de salud cuyos domicilios fueron allanados iniciaron un paro como señal de protesta, y hasta van a dejar de vacunar, ya que, denuncian, los agentes policiales provocaron destrozos en los domicilios en los que ingresaron a buscar elementos relacionados con el robo de las dosis, que no encontraron. Pero, desde el sindicato de vigiladores que representa a los trabajadores de seguridad del hospital, pusieron en duda la existencia del robo, y subrayaron que las vacunas fueron colocadas por fuera de los registros oficiales.
Ahora bien: la fiscalía pudo descubrir la ruta del robo luego de inspeccionar celulares que secuestró en los allanamientos a Camioneros. En uno de ellos, se encontró un grupo de Whatsapp que llevaba por nombre “vacunas”. Sus integrantes eran los nombres de quienes habían recibido las dosis faltantes, realmente un ardid que denota poca inteligencia o mucha impunidad. Se trata de otro grupo de vacunados VIP en el gremio mencionado. El robo en el Hospital de Comodoro Rivadavia se produjo a finales de enero, y los representantes de Camioneros recibieron la primera dosis el 29 de ese mes: este viernes 19 hubieran recibido la segunda.
Calendario de vacunas
Claro que en plena campaña de vacunación contra el COVID-19 hay otras cuestiones que parecen haber perdido relevancia, pero no es verdad. Por ejemplo, aún no se ha comenzado a planificar la vacunación antigripal que se realiza todos los años. Por eso, hace unos días atrás, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Mar del Plata, Mario Della Maggiora, realizó algunas advertencias a través de la 99.9: explicaba que hay un número importante de personas que deben ser la prioridad de vacunación en Mar del Plata, y que eso llevará un tiempo considerable: “la población de riesgo de COVID en la ciudad es de alrededor de 260 mil personas, es decir mayores de 60 años y con comorbilidades”. Por eso es que recomienda que se utilice el mismo sistema de conservación y aplicación de las vacunas que se utiliza para el resto: “nosotros vacunamos PAMI todos los años, y los días de vacunación se la aplicamos a 90 mil personas. Si nosotros vacunáramos COVID a ese ritmo, con sólo 100 farmacias a 50 vacunas por día, prácticamente en un mes y medio o dos meses tendríamos a toda la población de riesgo vacunada”.
Según la posición del farmacéutico, los tiempos se retrasan por negligencia. Explica que hay un sistema que brinda asistencia para llegar a todos los puntos del país de manera segura, pero que no se ha utilizado para las vacunas de Covid. “Lo difícil es la logística”, dice, y se refiere a la llegada de la vacuna, al lugar donde se la va a conservar, a que llegue en tiempo y forma en la farmacia. Explica: “Para eso nosotros tenemos un sistema preparado para todos los medicamentos, y está desde la Quiaca hasta Ushuaia. Esa logística no se está usando”.
¿Y entonces? ¿Cuál es el sistema que se utiliza? Si el sistema de logística y conservación que se pone en juego para estas vacunas tan costosas y delicadas no es el habitual, ¿cuál es? Porque si no hay un sistema de custodias, en los hospitales se las van a seguir robando.
Más allá de esto, la persistencia de las campañas de vacunación debe seguir siendo una prioridad en el combate contra una enorme variedad de enfermedades contagiosas que no han desaparecido por la pandemia de Covid. Pero, durante el 2020, la cantidad de vacunas que se aplicó en la ciudad bajó notablemente y puede preverse un problema a futuro ya que corremos el riesgo de un rebrote de otras enfermedades evitables.
Patricia Fortina fue responsable del área hasta el 2019, e indicó a través de la 99.9 que en ese año se aplicaron casi 402 mil dosis: un récord histórico. Y que para lograrlo fueron necesarias estrategias de vacunación: “salidas a terreno, comunicación e insistencia en la importancia de la vacunación en los distintos grupos etarios”. Explicó que hay muchas personas que no saben que deben darse vacunas: “la gente cree que la vacunación es para los niños y tenemos que dar a conocer que la vacunación es para todos los grupos etarios. Nos vacunamos hasta el último día de nuestra vida, porque la antigripal se da cada año. La vacunación previene las complicaciones graves de las enfermedades”. Pero en apenas un año, la cantidad de aplicaciones se redujo sensiblemente: se aplicaron 75 mil dosis menos de vacunas porque faltó estrategia de cobertura en la vacunación, y hubo menos salidas a terreno. A lo expuesto, este año seguramente se sumará cierto retraso en la vacunación antigripal, porque las personas que reciban la vacuna contra el COVID-19 deberán esperar entre 45 y 60 días para aplicarse otra vacuna.
Todo esto, considerando que los poderosos dejen vacunas para ciudadanos de a pie y detengan el reparto vip de dosis. Que dejen de robárselas de los hospitales públicos los que tiene recursos para hacerlo y para conservarlas, que tampoco es fácil. Si dejamos de fundar antros de vacunación clandestina en las trastiendas de los despachos, porque eso, señores, no se hace.