Sin gloria II

Central 963
Un testigo nuevo desvincula a Carlos Pampillón de la ideología intolerante de filiación neonazi, y lo mismo dice de los otros denunciados. No obstante, hay un clima de agresión en las calles de la ciudad que preocupa a funcionarios locales y nacionales.

Hablamos del clima más enrarecido que esta ciudad recuerde en su historia reciente. Mientas se habla del avance de grupos de ideología neonazi que dejan huellas en las calles con grafitis que los aluden de manera directa, el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo de Argentina,Claudio Avruj, mantuvorecientemente una reunión con el intendente de General Pueyrredon, Carlos Arroyo, para analizar los ataques que, dicho sea de paso, ocurren desde hace años.En la oportunidad notificó al jefe comunal de que los funcionarios del Ejecutivo se presentarán ante la fiscalía federal para denunciar los ataques. Y lo harán como representantes del Estado nacional, según informó la municipalidad en su página web.
Las distintas denuncias apuntan a una organización ultranacionalista llamada Foro Nacional Patriótico (Fonapa), respecto de la cual el funcionario de la Nación afirmaba: “Creemos que se tienen que denunciar estos hechos para evitar la impunidad de grupos que quieran plantarse en la violencia, con ideas xenófobas, discriminatorias, racistas o enarbolando banderas de autoritarismo y de ofensas físicas y verbales contra otros grupos”.

El intendente Arroyo, por su parte, reiteró su más enérgico rechazo a los ataques con tintes homofóbicos, xenófobos y racistas que se repiten. Sin embargo,los hechos no son únicamente recientes: organizaciones de Mar del Plata vienen denunciando desde hace seis años agresiones a personas homosexuales, a asociaciones de derechos humanos y a la comunidad boliviana. También se denunció un ataque contra la referente de la ONG La Alameda en la ciudad, Silvina Elías, quien recibió mensajes obscenos por parte de un perfil neonazi a través de Facebook, el mismo día en el que los árboles de la vereda de su casa aparecieron señalados con puntos rojos y una cruz esvástica en azul.Apenas un día antes de la intimidación en el domicilio de Elías, un joven denunciaba en las redes sociales que también había sido agredido por tres personas que lo golpearon en la calle.
Entre los delitos repasados por un informe reciente también figuran amenazas a concejales, agresiones a adolescentes del movimiento punk y pintadas en un monumento por la Memoria, Verdad y Justicia emplazado en un excentro clandestino de detención, que funcionó durante la dictadura militar (1976-1983). Pero fue durante el Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata, realizado en octubre pasado, cuando un grupo católico se enfrentó con manifestantes que participaban de una marcha en la puerta de la catedral local, mientras se expresaban consignas como la legalización del aborto o el rechazo a la violencia contra las mujeres. En ese momento, comenzó a aparecer en la prensa el nombre de Carlos Pampillón como responsable de las agresiones.Ya en la semana previa al encuentro, habían aparecido pintadas con esvásticas y consignas antiabortistas. Este ataque se produjo días después de que el titular de la ONG Asociación Marplatense de Derechos a la Igualdad (AMADI), Javier Moreno Iglesias, denunciara que había sido amenazado de muerte cuando caminaba en la zona de La Perla.

Otra voz

Ahora, un nuevo testigo se presenta ante el fiscal Nicolás Czizik, con el fin de apartar el nombre de Carlos Pampillón de los grupos neonazis. Dice en su exposición que es amigo del denunciado, y que, siendo el declarante homosexual, nunca recibió de parte de aquel ningún gesto de discriminación homofóbica. Se trata de un profesor de idiomas, Giovanni GramignaNaldi, quien solicita dejar constancia de su posición y conocimiento de las personas, en el marco de la causa propiciada por la ONG La Alameda contra el mencionado, y otro grupo de personas a quienes responsabiliza.
Así afirma respecto de Pampillón:Me consta que no profesa la ideología nazional socialista. Que conoce mi condición de hombre homosexual y jamás ha mostrado adversidad hacia ella, como así también me consta que tiene otros amigos de mi condición. Que conozco a muchas personas de su círculo amistoso y ninguna profesa el nazional socialismo ni tiene posturas adversas a la homosexualidad. De hecho, muchos son también amigos míos,y otros profesan la religión judía”.
Incluso se ocupó de mencionar al también denunciado Alan Olea-novio de la hija dePampillón- al indicar que esa relación no es aprobada por Carlos, lo cual le habría sido confiado en el marco de una conversación de amistad que fue muy anterior a la causa. Agrega que nunca vio en las publicaciones de Facebookdel denunciado ninguna referencia sobre agredir a alguna persona por su raza, religión o condición sexual.Una posición similar manifestó sobre los denunciados Silvina Crispino, Cristian Moix y Virginia Sosa, respecto de quien agregó que su actual pareja es un hombre judío. Explicó que Sosa trabajó siempre por los derechos de los integrantes de la fuerza policial, por la cual ha merecido el respeto y reconocimiento de gran parte de los ciudadanos marplatenses,y hasta un galardón internacional.
Pero el testigo se explayó además al exponer que,a su criterio,el elemento central de este análisis pasa por el ex funcionario de la comuna José Luis Zerillo, contra quien Gramigna ha presentado una denuncia penal. Zerillo es, a la vez, representante legal de uno de los querellantes, y un promotorpúblicode esta causa. Expone que aunqueZerillo manifieste públicamente su supuesto compromiso por los derechos de los homosexuales, el pasado año avaló desde su condición de titular de la Secretaría de Derechos Humanos de nuestra ciudad, los actos discriminativos que sufrióGramigna a manos de personal médico y administrativo del HIGA, cuando algunos de cuyos integrantes eran sus compañeros de militancia política. Los hechos constan en la fiscalía N°10, tanto la denuncia penal contra el HIGA -bajo IPP 73015- como la referente a Zerillo.

Nevermind

zerilloUn capítulo aparte merecen las afirmaciones que el testigo dedicó al denunciante Javier Moreno Iglesias, presidente de la organización AMADI y dueño del local Nevermind, en donde se sucedieron algunos de los hechos referidos yatribuidos a los grupos neonazis marplatenses. Gramigna refiere que se dirigió a ver a Moreno Iglesias con el fin de presentarle su denuncia penal contra el personal del HIGA, pero agregó: Ni él ni su organización hicieron absolutamente nada tendiente a ayudarme con mi problema, ni condenaron en forma alguna las acciones de todos los por mí denunciados. Y que como puede verse hasta el día de hoy, no sólo no ha condenado en forma alguna las acciones de señor Zerillo (su amigo y compañero de militancia política en la organización Nuevo encuentro), sino que hasta mantiene una amistad pública con él”.
Según Gramigna, Moreno Iglesias mintió a la ciudadanía aseverando que los jóvenes agredidos en los incidentes de Plaza España eran “dos homosexuales”, aparentemente atacados al azar por su condición sexual. Según su versión, se trata de una pelea entre dos grupos juveniles antagónicos que venían manteniendo desde tiempo atrás una enemistad, incluso reconocida por los miembros de ambos grupos:“De hecho, el señor Moreno Iglesias debería desdecirse públicamente respecto a que los jóvenes agredidos eran gays”. 
El testigo afirma que Moreno Iglesias está vinculado con innumerables situaciones conflictivas, ya que sus locales tienen denuncias por situaciones de violencia de parte de su personal de seguridad. De la misma manera, es de público conocimiento que hace dos años mantuvo una disputa con la comisión vecinal de Plaza Mitre, que propició y obtuvo la clausura de uno de sus locales a causa de las situaciones de violencia y escándalo que en él se producían. Y agrega: “el señor Moreno Iglesias atribuyó condición homofóbica y fascista a los vecinos,quienes a su vez denunciaron amenazas e intimidación por parte de él”. Recientemente, durante una entrevista radial, la concejal Cristina Coria –integrante de esa comisión vecinal- lo confirmaba.
En síntesis, Gravigna afirma que Moreno Iglesias acusa de fascista a todo aquel que no comparta su visión de las cosas:“Entrego copia de comentarios que publicó el 20 de noviembre del pasado año refiriéndose a las agresiones denunciadas por personas trans y a las amenazas que él refiere haber sufrido. En estos comentarios, él culpa sólo a tres personas, aunque hoy se desdiga acusando a otras personas, y refiriendo que todo sería parte de un complot neonazi”.
En cuanto a Nicolás Caputo –el guardavidas detenido-, el testigo refiere:Él me refirió haber participado en los incidentes de Plaza España, pero dijo que los problemas comenzaron porque el grupo rival agredió a una joven de su grupo”. Agregó que Caputo relató para élla manera en la que se sucedieron los incidentes del pasado 14 de febrero, cuando fue arrestado en el marco de una reyerta en el bar de Moreno Iglesias. Dice que los problemas comenzaron porque un amigo de Caputofue agredido por personal del lugar:“Me refiere que no estaba armado y que no agredió ni amenazó al señor Moreno Iglesias, aunque sí reconoce haberlo insultado. Me dice que no fue partícipe de las otras situaciones de violencia denunciadas, y que no es simpatizante nazi ni homofóbico”. A partir de lo anterior, agrega que el mencionado guardavidas no ha mostrado hacia él un trato violento, sino que siempre ha tenido uncomportamiento “respetuoso, amable y amigable, que no corresponde al trato hostil que las personas con prejuicios de corte homofóbico tienen hacia las personas de mi condición”. 
Gramigna se esmera en dejar sentado que no conoce a nadie quesea homofóbico, ni que agreda a los gays. Que a él nadie lo ha agredido nunca, ni conoce a nadie que haya sido agredido por eso, lo cual suena por lo menos a una exageración. Tampoco nunca vio que existan neonazis, ni nada parecido. Y dice:”la única vez que fui discriminado por mi condición fue a manos de los compañeros de militancia de los querellantes; de hecho, de uno de ellos”, y agrega con fuerza: ”la única vez que sufrí una situación de violencia no fue a manos de un grupo neonazi, sino que fue una amenaza a punta de pistola vinculada a mi denuncia penal contra Zerillo”.