Plan de vacunación en Mar del Plata | En medio de una campaña de vacunación lenta e ineficiente, los números no dan ni el mínimo. ¿Habría que moverse hasta los barrios a vacunar a los que no vienen? Eso sería prevenir, ¿verdad?
La Región Sanitaria VIII del Ministerio de Salud provincial informó que sólo el 20% de la población que debía vacunarse, efectivamente accedió a su dosis de la triple viral y la antipoliomielítica en Mar del Plata, considerando el primer mes de la campaña “Vamos a vacunarnos”. El intento se extenderá hasta el 15 de noviembre, siguiendo la consigna de que esta dosis extra es la clave para evitar tales enfermedades.
En esta ciudad, se calculaba un grupo objetivo de 28.323 chicos de entre 1 y 4 años que deberían haber sido vacunados, pero sólo concurrieron a los vacunatorios el 20% de ellos. Se trata de una dosis extra de la Triple viral que se aplica para prevenir el sarampión, la rubéola y las paperas. Mientras que la Sabin Oral, como se la conocía popularmente, previene la poliomielitis, una enfermedad que fue epidemia en el país, y puede producir secuelas tremendas como la parálisis e incluso la muerte.
En la Región Sanitaria hay 104 vacunatorios disponibles, pero de todas maneras la vacunación en Mar del Plata resulta ser menor que en el resto de los distritos. El promedio regional de población inmunizada asciende al 29%. Ese bajo nivel de adhesión fue el que llevó a las autoridades a solicitar el acompañamiento de los municipios en su difusión.
Gustavo Blanco, ex Secretario de Salud de General Pueyrredón, en diálogo con la FM 99.9, habló sobre esta situación de bajos índices de población vacunada, y lo comparó con las acciones de la secretaría cuando se encontraba a su cargo. Decía: «cuando nosotros hicimos las campañas de vacunación, nos habíamos puesto el objetivo de llegar al 90% de vacunación. Salimos a buscar a la gente con obras de teatro, payasos. Fuimos a los colegios, y no esperábamos que la gente viniera a los centros de salud. Porque cuando no se cumple el calendario obligatorio, aparecen enfermedades emergentes. Un 20% de vacunación es una cifra muy baja», dijo categorizando esta situación alarmante que se vive hoy en la ciudad.
Las acciones
Cualquiera podría inferir que, con estas cifras, es necesario poner en marcha algún tipo de acción que sirva para que las vacunas se acerquen a la población y no esperar que ocurra a la inversa, pero hasta el momento no se ve. Decía Blanco: «nosotros hemos ido a vacunar casa por casa, golpeábamos las puertas en los barrios. No hay que quedarse sentado esperando, sino salir a buscar. Se llama promoción de la salud. Cuando estas a la cabeza de una cartera de semejante magnitud en una ciudad muy grande, hay que hacer pocas cosas, pero buenas. El área de salud tiene objetivos importantes, el primero de ellos es la vacunación, la inmunización. El segundo es mejorar las tasas de mortalidad materno-infantil, lo que se hace yendo a trabajar con la gente».
A fines de marzo 2022, el Ministerio de Salud de la Nación informaba que en el período 2000–2016 se había registrado una disminución en la incidencia de sarampión del 84% y del 88% en la mortalidad asociada, a nivel mundial. Pero, sin embargo, se pudo registrar un resurgimiento global durante el período 2017-2019 del orden del 567%. Luego, hubo una aparente disminución en el año 2020, que en realidad fue consecuencia del aislamiento durante la pandemia de COVID-19.
Peligrosamente, las coberturas de vacunación disminuyeron en general: 22,3 millones de niños no recibieron la primera dosis de vacuna contra el sarampión y se deterioraron los sistemas de vigilancia. En este escenario, el incremento de la susceptibilidad de la población y la vigilancia sub óptima hace que resurja un riesgo elevado de transmisión y brotes, amenazando el progreso hacia la eliminación del virus que en algún momento creíamos superado.
En Argentina, el último caso endémico se registró en el año 2000. Sin embargo, desde la eliminación de la enfermedad hasta el año 2018, se registraron un total de 43 casos importados y relacionados con la importación. En 2019 y 2020 se confirmaron un total de 199 casos de sarampión, de los cuales 18 fueron importados, 2 relacionados a la importación y 179 casos de origen desconocido, estos últimos representan el mayor brote desde la eliminación.
La caída del 2020
El año 2020, hubo una enorme caída en el cumplimiento de los esquemas de vacunación como consecuencia de la pandemia, pero en realidad entre 2009 y 2019 ya habían descendido 10 puntos en promedio. Considerando que el virus del sarampión continúa circulando en otros países de la Región de las Américas, que es endémico en Brasil y Venezuela, y que disminuyen las coberturas de vacunación, hoy hay un alto riesgo de importación de casos. Si eso sucede, pueden desarrollarse brotes en el país.
Por ello, el Ministerio de Salud llamó a la población a sostener las coberturas de vacunación con dos dosis de vacuna contra el sarampión, es decir, doble o triple viral, en un porcentaje alto. Pero ¿cómo lo hizo? ¿con un comunicado? ¿un papel? ¿una expresión de deseo? También solicitó al sistema de salud articular los protocolos para la detección precoz de la enfermedad a través de un sistema de vigilancia sensible que evite la diseminación de casos. Una ilusión.
En Mar del Plata, la campaña del Ministerio de Salud comenzó el 1º de octubre y se prevé que sean inmunizados 840 mil niños y niñas en todo el territorio bonaerense antes del 15 de noviembre.
«La pandemia nos demostró que el pueblo de la Provincia es solidario, comprometido, empático y puede comprender la importancia que tienen las vacunas para toda la sociedad. Ahora nos toca poder vacunar a cientos de miles de niños y niñas, con esta dosis extra y reforzar las coberturas de las vacunas de calendario», expresó al respecto el ministro Nicolás Kreplak. Pero el ministro se está conformando con este deseo, con este «ojalá», cuando en todo el mundo las campañas de familias antivacunas que eligen no inmunizar a sus hijos están generando la reaparición de enfermedades ya controladas. Esta situación gravísima, sumada al desconocimiento de los riesgos, va a exigir acciones más efectivas que un comunicado de prensa.