Denuncia de abuso | Un asesor de la concejala Verónica Lagos, y referente de la ONG AMADI fue denunciado por abuso sexual. Inmediatamente aparecieron otras voces que lo acusaron de otras tantas agresiones previas. Hasta ahora, daba charlas en las escuelas secundarias de la ciudad.
La noche del 15 de agosto de 2018 la vida de Gonzalo Acevedo dio un vuelco inesperado. Según relata, se había relacionado con Javier Andrés Moreno Iglesias —alias Duke— a través de las redes sociales. Habían acordado encontrarse en la cervecería de Libertad e Independencia, pero no había lugar, por eso se fueron a un sitio distinto, con menos público. Tomaron una cerveza, y Gonzalo dijo que se tenía que ir porque se le pasaba el último colectivo 221 para Santa Clara, que en el mes de agosto, obviamente, tendría una frecuencia menor durante la noche. El chico vivía allí.
Por eso, y ante la idea de tener que irse rápidamente, Javier Moreno le ofrece la posibilidad de quedarse en su casa a pasar la noche. Le insiste diciendo que puede volver cómodamente al día siguiente, ya que él por la mañana se ocuparía de dictar una charla por los derechos del Colectivo LGBTIQ.
Por supuesto que a Acevedo le habrá servido la invitación porque realmente estaba en dificultades para regresar a su casa, y por lo tanto debería pasar la noche en un sitio alternativo. Así fue que se dirigieron juntos a la casa de Moreno. Estuvieron cómodos, tomaron té y charlaron acerca de amistades de compartían, lo cual hizo que Gonzalo se sintiera en confianza.
Cuando se fueron a dormir, Moreno le dijo que lo harían juntos en su cama de dos plazas, y que se sacara la ropa porque la calefacción estaba alta. Gonzalo no le hizo caso y se acostó vestido. Ahora bien, lo que asegura la víctima es que apenas habían transcurrido unos minutos cuando Moreno prácticamente se abalanzó sobre él, y puso su mano en sus genitales por sobre el pantalón. Al rato buscó el contacto directo, y la víctima —como suele suceder— se paralizó.
Se trata de un joven que, literalmente, no tenía dónde ir, ya que era de madrugada, y hacía poco que se había mudado a Santa Clara del Mar: no tenía más amigos en Mar del Plata. Duke se quedó dormido así, con la mano dentro del pantalón del Gonzalo, al menos si seguimos su relato. Al día siguiente una compañera pasó a buscar a Moreno, y los tres salieron juntos del departamento.
El escrache
El 17 de agosto pasado, la víctima dio a conocer lo que había sucedido en la Comisaria de la Mujer y la Familia de Mar del Plata, pero recién en diciembre pudo hacer públicos los hechos. Durante la última Marcha del Orgullo LGBTIQ, Gonzalo Acevedo esperó el momento en que Javier Moreno tomaba el micrófono y aprovechó para “escracharlo”. Comenzó a gritarle diciendo lo que había pasado, hasta que Javier tuvo que dejar de hablar y fue retirado del escenario. Mucha gente gritaba mostrando su enojo con Duke, mientras que otros estaban desconcertados, ya que no se imaginaban semejante desenlace para la marcha tradicional.
Pasaron algunos días, y quien fuera víctima de este episodio abusivo decidió grabar unos videos que difundió por su cuenta de Instagram donde explicaba la situación. Había optado por seguir adelante con la denuncia pública, y logró que los videos fueran reproducidos miles de veces e impactaran en los integrantes del Colectivo LGBTIQ, y también en las organizaciones que lo componen, que dieron una respuesta institucional a la situación.
Por supuesto que no había otra posibilidad, porque Javier Moreno Iglesias era el presidente de la Asociación Marplatense de Derechos por la Igualdad (Amadi), y permanentemente se proponía para capacitar acerca del respeto de la diversidad, incluso dentro de las escuelas secundarias locales, tanto de gestión pública como privada. Pero si bien esa actividad lo llevó a cobrar cierta popularidad, no fue su único desempeño institucional sino que además tuvo participación política en el espacio de Nuevo Encuentro, de manera tal que —tras el recambio de autoridades— comenzó a desempeñarse como asesor de Verónica Lagos, concejala por el Frente de Todos.
Cuando empezó el revuelo, la Asociación Marplatense de Derechos por la Igualdad —AMADI— separó a Moreno de sus filas, ya que, lógicamente, la situación era contradictoria. Por más que hubo un posteo vía redes sociales que explicaba la situación, llamaba la atención que no se tomara una medida provisoria, y se procediera directamente a la desvinculación por una denuncia que aún no había avanzado. Otros rumores sin embargo afirmaban queen AMADI no se había tomado una decisión formal, y que solamente se hacía una comunicación de que Moreno ya no formaba parte de la ONG, para así esperar al esclarecimiento de los hechos.
Una lista
Si bien todos recordarán que Javier Moreno Iglesias tomó popularidad a raíz del reconocido caso de los llamados neonazis en Mar del Plata, no es esta una situación eventual. Sucede que Moreno es propietario de un bar al que concurren muchos integrantes de los colectivos LGTBQ, y por eso en aquel momento había denunciado escraches y actos vandálicos por parte de los hoy condenados. Durante el juicio contra dicho grupo, Duke estuvo en el centro de la escena, pero aquellos jóvenes también denunciaron haber sido golpeados por los custodios del bar en cuestión: Nevermind.
Sin embargo, hay varias fuentes que indican que, en realidad, estas no son las únicas denuncias en contra de Moreno. Lo que se dice es que hubo varios episodios abusivos que fueron denunciados oportunamente, pero que los trámites fueron frenados o desestimados por la justicia debido a ciertos contactos políticos. Los más audaces aseguran que se trató de abuso sexual, violación, y pedofilia, y que habría decenas de casos más que no cuentan con la denuncia formal realizada.
Entonces sí resulta más explicable el comunicado de AMADI, que dice: “debido a los hechos que son de público conocimiento, informamos que Javier Moreno ya no forma parte de nuestra ONG ya que nuestro posicionamiento es el de acompañar a las personas que denuncian estos casos. Esperamos que se resuelva la situación de la mejor forma posible, y lamentamos que este hecho nos haya interpelado tan tardíamente. También haremos una pausa en nuestras actividades, y el año que viene nos reorganizaremos para continuar luchando por los derechos del colectivo que con esfuerzo y activismo durante tantos años hemos llevado adelante”.
Por otro lado, la organización Furia Feminista publicó un comunicado que indicaba: “Javier Moreno Iglesias agredió a una compañera de Furia Feminista en el día de la fecha, en un evento que iba a realizarse próximamente en Mar del Plata. No sólo agredió su persona, sino que puso en cuestión el trabajo que llevamos adelante. Queremos contar que tenemos en proceso dos denuncias de compañeras que fueron abusadas en el boliche del machito este ‘Nevermind’ en Mar del Plata. Y que él, a sabiendas de lo sucedido, por dinero decidió proteger a los abusadores y dejarlos en el boliche. Es un peligro en potencia que personajes como este ingresen a las escuelas a dar capacitaciones y charlas. Si no hay justicia habrá escrache. Ya no hay lugar para machitos feministos violentos”.
De lo expuesto se deduce que, no solamente se habla de acciones del propio Moreno, sino además del ocultamiento de acciones de terceros que habrían ocurrido en el interior de un comercio del cual él es responsable.
A continuación fue la comisión organizadora de la Marcha del Orgullo la que desvinculó a Javier Andrés Moreno Iglesias por las denuncias penales que tiene en su haber, en tanto que ciertas fuentes cercanas a la concejala Verónica Lagos, indicaron que también se apartó a Duke de su cargo como asesor, apenas se conoció el escrache por redes sociales, aun antes de que la justicia se expidiera respecto del hecho.
Da la sensación de que le soltaron la mano ante la primera palabra, aún quienes hace un año lo seguían sin cuestionar su excentricidad. Es curioso, pero nadie dijo que no lo podía creer. Qué raro.