Es como en «Las puertitas del señor López», aquella mítica historieta de Trillo y Altuna, que mostraba a un atribulado empleado que escapaba del agobio de la realidad a un universo alternativo donde se refugiaba del oprobio cotidiano. Carla transita puertitas continuamente. Las suyas, son de mentiras sistémicas.
Su último raid de ausencia de verdad se dio con la campaña de vacunación pediátrica por COVID-19, que ya alcanzó a 2 millones de menores de edad en la República Argentina. El 1 de octubre, Vizzotti anunció que se iba a aplicar la vacuna Sinopharm a menores de 11 a 3 años. Justificó esta medida argumentando que ya se le habían aplicado estas dosis a 500 millones de chicos en China, y que también ya se estaban aplicando en Barhein y los Emiratos Árabes Unidos. Pero la verdad, es que eso no ocurrió ni en China ni en Barhein. Sí en los Emiratos.
Quien primero instaló el alerta por esta mentira de la ministro, fue Sandra Pita. En expresiones volcadas en la FM 99.9 indicó: «estoy en contacto permanente con los padres de VacunaMe, ayer me pasaron la información de que en China no se vacunaron 500 millones de niños sino que recién el 25 de octubre anunciaron que empezarían a vacunar, me pareció que habían trascendido todo límite. No tengo palabras desde lo de Sputnik, dejaron que se abriera una puerta».
En tanto el gobierno guarda silencio, la Asociación Argentina de Pediatría avaló, en una declaración, el uso de esta vacuna en niños. Hoy, la institución se encuentra en medio de una tormenta política, justo cuando se está produciendo un cambio de conducción en la misma. El nuevo presidente, en la única declaración conocida hasta ahora, expresó: «Nos mostraron un estudio no publicado de fase III, que está llevando a cabo Emiratos Árabes Unidos y China en pacientes pediátricos, con resultados muy alentadores; un reporte no publicado en Chile, acerca de los efectos de la vacunación (en menores) con SinoVac (una vacuna similar), y un estudio de la Universidad Nacional de Córdoba, que es una simulación de una tercera ola sobre mortalidad en adultos con o sin niños vacunados».
Para Sandra Pitta nada es tan simple y plantea una actitud de irresponsabilidad: «hay un grupo sectario que le cree cualquier cosa, pero hay otro grupo de gente que lo cree porque lo dice el ministerio de Salud y nadie puede no creerle a un doctor. Lamentablemente hay que dudar de la ANMAT y el Ministerio de Salud porque no deberían estar politizadas y por eso es más peligroso», advirtió.
No descartó que la vacunación infantil pueda ser efectiva, pero siguió reclamando por las pruebas que lo respalden: «la vacuna para los niños puede ser buena, pero se necesitan las pruebas. Todo es muy desgastante pero continuaremos insistiendo con estos temas». La información de que China inicio la vacunación en niños después que Argentina disparo un pedido de los legisladores de Juntos por el Cambio exigiendo que Vizziotti se presente a dar explicaciones en el Congreso. Las mentiritas de Carla son un oprobio para la sociedad argentina.