En más de una ocasión, desde el FPV se ha hecho alusión al deseo o expectativa de partida en helicóptero del actual gobernante, Mauricio Macri, intentando trazar un paralelo con el final del gobierno constitucional de Fernando De la Rúa. La propia expresidenta Cristina Elizabet Fernández viuda de Kirchner ha intentando buscar una figura que anuncie el fracaso del actual mandatario y su gobierno.
En horas recientes, en una provincia de Santa Cruz que los K han gobernado por más de veinticinco años hasta la actualidad, Cristina y Alicia Kirchner sufrieron el acoso de una multitud que intentó incluso irrumpir en el edificio de la Gobernación, en un acto que mezcla la furia con la oportunidad política de dar un final aleccionador a esta dirigencia política que destruyó el patrimonio público de esa provincia patagónica.
El deseo proyectado en Mauricio Macri les estalló en el rostro la noche del pasado viernes con una virulencia inusitada, al darse cita, activistas y vecinos por medio de WhatsApp, señalando que la ex Presidenta estaba dentro de la Casa de Gobierno provincial junto a la gobernadora. Quizá ambas mujeres hayan recordado aquel viejo proverbio que señala que debemos cuidar los deseos, porque pueden cumplirse. Y sin dudas deben haber lamentado no tener a la mano un helicóptero que las sacara del asedio, que más tarde devino en enfrentamientos feroces a metros de ellas y su progenie.
La situación de Santa Cruz es homóloga a la de Venezuela, en donde los manejos de fondos públicos llevan al desastre económico y de allí a la violencia generalizada. Que Oscar Parrilli diga “critican a Maduro por lo mismo que nos critican a nosotros” es, literalmente, una confesión: Venezuela y Santa Cruz han sido devastadas por el accionar de su dirigencia, que ha ignorado que debía gobernar para el pueblo y por el pueblo. Los que se unen en las calles contra el régimen bolivariano y ofrendan su vida y las de sus hijos por un cambio político, están aún más próximos de lo que cualquiera podría sospechar a los que en las calles de Río Gallegos soportaban el crudo frío patagónico en la madrugada del 22 para visibilizar su enojo y desesperación.
El final soñado para sus enemigos lo padecen la ex Presidenta y sus seguidores, que apalean a la población castigándola con un dinero que no le hacen llegar. A ello se suma la presión de los bancos, en particular del Banco de Santa Cruz, que debiendo ser parte de la solución y no del problema, atosiga con cartas de apremio a aquellos que incumplen por no disponer del dinero para hacer frente a sus compromisos bancarios.
Desafortunadamente, la dirigencia hegemónica de Santa Cruz no puede analizar la realidad. Igual que Maduro, que apostrofa al “Imperio” (EEUU) y a CITGO -la petrolera de Venezuela con 22.000 estaciones de servicio en los estados del Sur de la EEUU, que “donó” 500.000 dólares a la campaña de Donald Trump-, la ex Presidenta señala que Macri es el primer y gran responsable de que no haya paz social ni educación. “Esta no es la Argentina que prometieron”, dijo CFK, que mostró faroles rotos, ventanas con piedrazos, proyectiles que les tiraron y chapas destruidas. “Hasta excremento nos tiraron”.
Claro que hace caso omiso de las últimas expresiones de su cuñada, que a modo de confesión reveló: “Santa Cruz está como está por la herencia recibida”. A confesión de parte…