Hay una agenda de cambio en marcha que esta impactando fuertemente en el país, aunque la actitud de la media metropolitana de enfocar constantemente la información en una serie de hechos puntuales deforme hasta la exasperación el ánimo cotidiano de los argentinos. Obvio es, y no se puede negar, que el proceso de depreciación del peso ante el dólar que inició el 2 de mayo de 2018 ha generado que muchas actividades vinculadas a servicios y comercio estén con sus balances en rojo en una economía que sufre una brutal contracción del consumo.
Mientras eso ocurre, también se da, por otro lado, el cambio cultural que impone el comercio electrónico, cuya estrella en Argentina es Mercado Libre. Las acciones de esta empresa subieron espectacularmente en la semana que concluye en Wall Street por encima de petroleras, trader y bancos de Argentina. En paralelo desestacionalizado, el crecimiento económico comienza a corregir la curva que, Orlando Ferreres sostiene, será en el orden del 6% en 2019.
No se trata sólo del agro: la apertura del mercado chino a la importación de carne de cerdo abre un nuevo escenario de negocios que tiene, para toda producción en Argentina, el “bonus track” de que sólo el certificado sanitario emitido por Argentina vía SENASA sea suficiente para ingresar a dicho país. Un avance impensado años atrás.
Hay que puntualizar también en la obra pública, que ralentizó su marcha pero no se ha detenido y tendrá en poco tiempo un nuevo impulso vía los 6 mil millones de dólares para financiar el programa PPP que ya autorizó el BID.
Otro ejemplo poco citado: la industria aeronáutica, de la cual Argentina fue pionera en América del Sur. La fábrica militar de aviones formó y forjó la única industria aeronáutica por décadas, que inspiró la creación de EMBRAER. Ahora, luego de años de desidia sin plan ni otro propósito que usarla de caja política, renace de sus cenizas con un camino de crecimiento inédito.
Los acuerdos cerrados con Paraguay y Guatemala por la venta de seis Pampa III son el inicio de una cadena de eventos que llevarán a maximizar la producción aeronáutica, impulsando un área con competencias y capacidades únicas. El cambio de paradigma, de la devastación económica y el saqueo, a este presente, se logra en el tiempo record de tres años. Como ejemplo de cambio debiera ser valorado en toda su dimensión.
Por detrás de la media metropolitana y sus émulos en provincia, por detrás de la comunicación segada y la lucha política de facciones que hoy ven amenazado su poder, hay un proceso que, con sus errores —en definitiva, humanos son los que toman decisiones— está dando una luz de salida a tanta negatividad de décadas, en la búsqueda de una acción que contenga a nuestros hijos y nos evite llevar a pensar que la única salida es Ezeiza.