El anuncio del acuerdo Mercosur-Unión Europea llega en un momento de crisis global para el comercio mundial, y del realineamiento de variables económicas más profundo desde la segunda guerra mundial.
La comunidad del carbón y el hierro que nació de los acuerdos entre el canciller alemán Konrad Adenauer y del presidente galo Charles De Gaulle dio origen a lo que sería luego a la Unión Europea, hoy en crisis por la salida de Inglaterra en el complejo proceso del Brexit, que ya se llevó de la política a Theresa May. El anuncio del acuerdo entre ambos bloques que se inició en el año 2000 tiene aún un largo camino por recorrer.
No obstante, la emoción del canciller Jorge Faurie al comunicar vía WhatsApp al presidente Macri “Presidente, tenemos un acuerdo” revela el impacto que los actores directos le otorgan al inicio de un camino que, dos años, debería abrir mercados que, en conjunto, implican a ochocientos millones de personas.
El rechazo visceral de Alberto Fernández y Axel Kicillof desnuda en cuánto impacta el acuerdo a la actual situación política del país a vista de una elección crucial. Más allá de la política, lo que cuenta es lo que viene, la definición de letra fina. Las posibles implicancias del acuerdo ya tienen en alerta a los agricultores franceses, que a su vez son un motor central de la puja de los llamados “chalecos amarillos” contra el gobierno de su país. Macron accedió al último minuto tironeado entre su realidad interna y la posición francamente favorable de Alemania y España. Autoridades comunitarias reconocieron que habrá dificultades para el sector primario europeo, afirmando que estarán al lado de los productores para ayudar a cambiar en este complejo desafío.
El presidente de la comisión europea Jean Claude Junker afirmó en su cuenta de Twitter: “El acuerdo comercial con Mercosur es un hecho! Un momento histórico. En medio de las tensiones comerciales internacionales, estamos enviando una señal potente de que apoyamos el comercio basado en normas”. Añadió que se trata del “mayor acuerdo comercial” que la UE ha cerrado en su historia y consideró que es un resultado “positivo” para el medio ambiente y los consumidores.
El impacto del acuerdo no va a decidir la balanza de la elección de Octubre. Lo que sí hace es marcar cuánto la solidez de una política exterior orientada al bien común hace por la construcción de una economía de oportunidades. En Japón, el presidente Macri recorrió una unidad de la mayor cadena de supermercados del país que ofrece cortes de carne argentina a cien dólares el kilo. El propio presidente pidió a su par Shinzo Abe abrir a otras producciones (arándanos) el mercado de ese país. No parece existir techo ante estas oportunidades, cuando el mundo ve crecer en las naciones asiáticas a los sectores con capacidad de consumo de proteínas. Nada es inmediato, todo lleva un tiempo, y un proceso que requiere determinación y tenacidad. Ese es el desafío de los tiempos.