Queda claro que el progromo del pasado 7 de octubre cambió las reglas del juego. Por décadas, un prisionero israelí era una pieza clave para Hamas en su búsqueda de crear las condiciones que le permitieran obtener la liberta de sus cuadros que estaban presos en Israel.
La espantosa masacre perpetrada, si bien mantiene a la población del país en un número importante en una actitud de reclamos por un acuerdo de paz y el retorno de los rehenes mediante la negociación, está claro que hay una mayoría que busca la derrota completa de Hamas, aún a costa de la vida de los rehenes.
La operación del día de ayer, donde se emplearon grupos tácticos especiales de la policía y fuerzas militares coordinadas por el servicio de inteligencia Shabak, fue un golpe tremendo a la organización terrorista financiada por Irán, al tiempo que constituyó un día de alivio y sentimiento de resurrección para la población de Israel, que se lanzó a las calles a celebrar la victoria.
En un conexto político interno muy frágil, el operativo se dio cuando se esperaba la renuncia del opositor Yoav Gallant al gabinete de guerra. El resultado de rescatar a los cuatro rehenes —tres hombres y una mujer— sin un rasguño, eleva la moral pública y política.
Los rehenes rescatados son:
Almog Meir Jan, de 22 años, es de la pequeña ciudad de Or Yehuda, en las afueras de Tel Aviv. Meir Jan debía comenzar un nuevo trabajo en una empresa de tecnología el 8 de octubre, según un comunicado de prensa. El grupo lo describió como un joven “educado” y “servicial” con una “amplia y cálida sonrisa”.
Shlomi Ziv, de 41 años, trabajaba como guardia de seguridad en el festival de música Nova cuando fue secuestrado el 7 de octubre. Ziv había estado viviendo en el moshav o asentamiento agrícola local durante 17 años con su esposa Miren. Lo describen como una figura tipo “hermano mayor” que es “siempre el primero en ayudar” a los necesitados.
Andrey Kozlov, de 27 años, reside en Rishon LeZion, una ciudad a ocho kilómetros al sur de Tel Aviv. También trabajaba como guardia de seguridad en el festival Nova el 7 de octubre, según el comunicado de prensa. Es un ciudadano ruso que emigró a Israel hace un año. En enero, un alto diplomático ruso, Mikhail Bogdanov, pidió la liberación de Kozlov y otros dos ciudadanos rusos que también se encuentran detenidos por Hamas.
Finalmente, Noa Argamani, de 25 años, fue liberada de su cautiverio este sábado. La joven estudiaba Gestión de Sistemas de Información en la Universidad Ben-Gurion del Negev en Israel. Rápidamente se convirtió en un símbolo de los ataques del 7 de octubre después de que apareció un video de su secuestro por combatientes de Hamas en una motocicleta. El novio de Argamani, Avinatan Or, que también asistía secuestrado del festival, permanece en cautiverio de Hamas. Argamani es una entusiasta del yoga y el arte a la que le gusta hacer senderismo en su tiempo libre.
Todos ellos con sus vidas simples y sus ilusiones fueron arrancados brutalmente el infausto 7 de octubre de 2023. Hoy, el destino y el valor y constancia de las fuerzas armadas y servicios de inteligencia de su país les dan una nueva oportunidad. Celebremos la vida y lloremos sin vergüenza a las víctimas de la barbarie.