El acuerdo a marchas forzadas que impulsa la administración de Estados Unidos para darle una salida victoriosa a Joe Biden y un comienzo auspicioso a Donald Trump implica un costo enorme para el pueblo de Israel.
Luego del pogromo del 7 de octubre de 2023, la única democracia en Medio Oriente se vio sumida en una costosa guerra cuya cuenta final de víctimas es aún incierta. Estas líneas se escriben cuando está a punto de comenzar el cambio de rehenes por prisioneros de la organización criminal Hamas. El periodista Ruben Ben Tasgal señalaba en la FM 99.9 que, aunque haya sectores que expresan malestar o enojo por el acuerdo, este se va a cumplir. El objetivo de Israel será siempre el rescate de los rehenes, aún a tan alto precio.
El gabinete israelí se prepara para enfrentar los estados de ánimo cruzados de la población. Los ortodoxos o ultra ortodoxos hablan de la salida del gabinete y de provocar la caída del gobierno de Netanyahu. En pocas horas, las heridas en el seno de la sociedad israelí quedarán extremadamente expuestas.
El escenario no es sencillo: en estas horas se firmó un acuerdo de cooperación entre Rusia e Irán por 20 años que incluye también colaboración en materia nuclear. Irán está muy expuesto en términos externos e internos, según publica Deutsche Welle —medio estatal alemán que sigue muy de cerca la realidad del régimen de los ayatolas—: «Dos jueces iraníes fueron asesinados y un agente de seguridad resultó herido en un ataque armado este sábado frente a la Corte Suprema en Teherán, anunció el Poder Judicial del país, indicando que el agresor se había suicidado».
Continúa: «Esta mañana, un hombre armado se infiltró en la Corte Suprema en un acto planificado para asesinar a dos valientes jueces con una larga historia de lucha contra crímenes contra la seguridad nacional, espionaje y terrorismo”, según informó la agencia Mizan, del Poder Judicial iraní».
«Los dos jueces de alto rango que murieron en el tiroteo, registrado a las 10.45 hora local, fueron identificados como Mohammad Moghiseh, quien dirigía la sección 53 del Tribunal, y Ali Razini, jefe de la sección 39. Razini, de 71 años, ya había sobrevivido a un intento de asesinato en enero de 1998, cuando los atacantes colocaron una bomba magnética en su vehículo, por lo que resultó herido», finaliza.
El hecho parece tener significación interna y es parte del descontento generalizado con el régimen que lleva a la sociedad a una era oscura en donde la población civil es masacrada solo por oponerse.
La realidad de medio oriente está lejos de ser una región de paz.