
Finalmente, los seis primeros F-16 llegaron al país en un vuelo ferry histórico que partió de Dinamarca, tocó tierra en Zaragoza, voló a Canarias, saltaron el Atlántico hasta Natal, en Brasil, para llegar finalmente a la higueras en Córdoba.
Las banderas argentinas por doquier y el alma en un grito de placer de ver el renacer de la gloriosa Fuerza Aérea Argentina, admirada en el mundo y que cambió las reglas de juego en la Guerra de Malvinas.
Estos seis F-16 son sólo los primeros en llegar al país de un total de veinticuatro que se incorporarán al patrimonio nacional. Cabe destacar un poco de historia: el F-16 se convirtió en el modelo estrella de las fuerzas aéreas globales en los últimos 40 años. Su origen se remonta a principios de la década de 1970, cuando la Fuerza Aérea de los Estados Unidos concluyó que sus aviones de combate no estaban bien preparados para el enfrentamiento aéreo cercano. Hasta ese entonces, siempre se los pensó como plataforma de disparo de misiles de largo alcance. Esa era la idea que predominaba en ese tiempo.
Paradójicamente, Venezuela fue el primer país del continente en tenerlos. Hoy, por falta de repuestos, éstos están fuera de servicio. Fueron el coronel John Boyd y el matemático Thomas Christie los que desarrollaron la teoría de la Energía-Maniobrabilidad, un cálculo que describía el rendimiento de una aeronave considerando variables como empuje, peso, resistencia y más. Básicamente, para mayor agilidad, menor peso.
Lo más complejo de la operación fue conseguir que el Pentágono los escuchara. Pero cuando lo lograron, desarrollaron su hipótesis y el primer prototipo de lo que sería el F-16, diseñado por Harry Hillaker, de la General Dynamics, salió de la fábrica a fines de 1976. Desde entonces se produjeron más de 4500 F-16, lo que lo convierte en el modelo más común del mundo. Durante este 2025, hubo 2084 en servicio.
Los F-16 daneses han tenido acción en su años de servicio en Afganistán y en los Balcanes. Están repasados a ultima tecnología y marcan el renacer de la presencia aérea en condiciones operativas de combate del siglo XXI para nuestro país. Uno de los F-16, lleva pintada una cabeza de león con los colores de la bandera de la patria, justo reconocimiento al presidente que lo ha hecho posible.
Para la gloriosa Fuerza Aérea, para todos los pilotos técnicos y trabajadores de la misma, que esto sea el renacer de las mejores tradiciones de poder para la nación y el cierre de una grieta que tanto daño le ha hecho.