Fue un acierto del presidente Mauricio Macri salir del discurso de la izquierda y el peronismo proscripto durante las décadas del cincuenta y sesenta, que llaman a las situaciones económicas negativas “crisis”, y a los procesos de ordenamiento fiscal y económico, “ajuste”. La terminología fue tomada en los ochenta y noventa por los medios; curiosamente, en medios como Clarín, esos conceptos se volvieron habituales e impregnaron la dinámica discursiva política aun en aquellos que ideológicamente nada tenían que ver con la izquierda o el peronismo políticamente proscripto.
En los noventa, la propuesta privatizadora del gobierno de Carlos Menem y el proceso de convertibilidad llevaron a que cada grupo o población en que la política de desarme de negocios en manos del Estado dejaba sin el trabajo al que concurrían y con el prestaban un muy mal servicio a la comunidad, tuvo como única respuesta pagos e indemnizaciones millonarias, dilapidados en remises o kioscos que saturaron la oferta hasta hacerla desaparecer, extinguiendo el esquema de sostén que ese dinero había generado.
Esta dinámica potenció una operatoria cooptada por los grupos y organizaciones de izquierda, que una parte de los medios hegemónicos denominó “nuevas formas de la política”. En Mar del Plata, un actor resonante de la “nueva política” que aireaban los medios fue Ricardo “Chacho” Berrozpe, quien, junto a Emilio Alí, tomó la Catedral de los santos Pedro y Cecilia junto a un grupo de seguidores, y robaron hasta la propina de los fieles. No hubo denuncia, o si la hubo, nadie la procuró. No hay una sola palabra pública al respecto de quien era obispo de la ciudad, José María Arancedo. Los medios hegemónicos –de nuevo- habilitaron a Berrozpe a ser el rostro visible de las acciones y destrozos que provocó un grupo bajo su liderazgo al cierre de de la Cumbre de las Américas, buscando dar señal de la ira popular en rechazo a la presencia del presidente de los Estados Unidos George Bush en el país, específicamente en Mar del Plata. Procesado por estos hechos que quedaron registrados en la televisión, Berrozpe fue amparado y protegido por la APDH, las organizaciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y la CORREPI, que hoy se reactiva con marchas en distintas ciudades del país.
El lenguaje define no sólo nuestras accione, sino que también define cómo entendemos el contexto en el que ocurren los hechos. Ha existido una ideología dominante que, a través de la palabra, ha instalado una interpretación de los acontecimientos políticos. El Presidente tiene la audacia de buscar una terminología que rompa, sin eludir lo que ocurre, la trampa de caer en la visión que proponen los enemigos de la democracia y de la vigencia del sistema capitalista.