Por años hemos escuchado el bendito sonsonete de que “Argentina debe adoptar las políticas de los países serios”. Veamos en detalle la situación de algunos países “serios”: España no logra formar gobierno; Italia está al borde de un crack financiero, en tanto que los líderes británicos ponen a su país patas arriba por una competencia de egos entre los líderes conservadores, quienes le dan hoy al mundo un triste espectáculo, junto al líder del laborismo británico, como una consecuencia inevitable del triunfo del Brexit. Y no puede quedar fuera de esta saga preocupante la expectativa de que Donald Trump gobierne los Estados Unidos, para desesperación de millones de indocumentados -se estima que unos seis millones de personas han desarrollado sus vidas allí en los últimos veinte años-.
Sólo a modo de cita al respecto de la seriedad, vale la pena señalar, por ejemplo, que la fragilidad del sistema bancario italiano se refleja en datos impresionantes: unos 200.000 millones de créditos deteriorados, a los que se añaden otros 140.000 de muy difícil cobro. Uno de sus principales bancos, UniCredito, el único banco italiano entre los 29 colosos mundiales sistémicos o «demasiado grandes para quebrar», ha perdido el 60% de su valor desde el inicio del año, y en esta semana ha cotizado en el mínimo de más de 30 años.
Por otro lado, el Brexit llevó a la premier Ángela Merkel a flexibilizar los criterios financieros y admitir un proceso de salvataje público que bien recuerda las políticas de absorción y fusión que debió llevar el BCRA en las décadas de los 80 y 90 en nuestro país.
Por si lo citado no fuera suficientemente grave, en un evento sin precedentes desde la vuelta a la democracia post Segunda Guerra Mundial, el Tribunal Constitucional de Austria acaba de anular el resultado de las elecciones presidenciales tras el recurso legal interpuesto por la extrema derecha, que perdió por un estrecho margen, por irregularidades en el recuento de votos. “El recurso interpuesto por el líder del Partido de la Libertad (FPÖ), Heinz-Christian Strache, contra las elecciones del 22 de mayo ha sido retenido”, anunció Gerhard Holzinger, presidente del Tribunal Constitucional austriaco. Esta decisión abre la puerta a nuevos comicios, que probablemente se celebrarán en otoño. El candidato ecologista Alexander Van der Bellen, que ganó con un 50,3% de los votos, debía estrenar el cargo el 8 de julio. Ahora, la presidencia de la cámara baja del Parlamento cumplirá sus funciones de forma interina. La segunda vuelta de las elecciones presidenciales “debe ser organizada de nuevo en toda Austria”, afirmó Holzinger. “Esta decisión está destinada a reforzar la confianza en nuestro Estado de derecho y en la democracia”.
No es motivo de regodeo el fracaso o la defección de otros. Pero sirve y alcanza para advertir, a días de nuestro aniversario número doscientos, que la construcción ciudadana, el rigor de la vida pública y su proyección sobre el resto de la sociedad son una tarea que no ofrece espacio para desmayos. Todas las sociedades pasan por momentos de crítica, deterioro y ajustes. Lo útil es analizar todo el escenario, lo cual implica mirar lo bueno y lo malo, para poder aprender de las experiencias propias y ahenas sin idealizaciones absurdas y de propaganda de baratillo.