Igualdad, fraternidad, y liberación
Aquella proclama bañada en sangre de la revolución francesa fue proclamada por los nobles y burgueses que —como punta de lanza de los sans-culottes— derribaron el régimen real para buscar un nuevo orden acorde a esos principios. La rebelión de los chalecos amarillos revela que la tensión social que Marx y Engels describieron y plantaron como la matriz de la lucha de clases, vuelve a instalarse en un predicamento distinto pero que va al mismo punto.