Detrás del zócalo rojo
Estas semanas de alta tensión fueron signadas por la tremebunda posición que se intentó establecer desde la política y los medios, que hasta llevó a Mirta Legrand a decir que llegó a creer que todo se iba al demonio. Sin embargo, quedó demostrado que la realidad está lejos de tan tremenda visión: los problemas sí existen, pero no llegan a la relevancia que se les pretende atribuir. Los medios con editor responsable no supieron, no quisieron, o no entendieron qué estaba en juego, repitiéndose unos a otros en una temática alarmista que, la realidad demostró, no era tal.