Los tiempos son otros

La corrida cambiaria más la presión política llevaron al Gobierno a cerrar un acuerdo con el FMI que, razonablemente, debe de haber estado en la mente de los funcionarios desde el inicio mismo de la gestión de Mauricio Macri. La situación nunca fue desesperante, como algunos medios capitalinos han intentado dejar sentado: con un Banco Central apalancado en reservas líquidas netas de algo más de 55.000 millones de dólares, la lectura política y las circunstancias reales que se atraviesan son bien otras.