Nada será igual

La habilitación al debate del aborto lanzada por el Gobierno nacional sorprendió a propios y extraños. Tanto que aún hoy, la gobernadora María Eugenia Vidal no se ha pronunciado sobre las expresiones del arzobispo Héctor Aguer, quien no tuvo reparos en descalificar sin eufemismos al Presidente de la nación, diciendo de él que “ni sabe hacerse la señal de la cruz”, y de esta gestión que es “un gobierno sin principios de orden moral o natural”. A ello se suman las denuncias de curas villeros por lo que definen como pérdida significativa de trabajos en las barriadas más pobres.