Sin espacio para disimulos

La detención de José Francisco López, sorprendido in fraganti intentando ocultar en un convento nueve millones de dólares, termina con los debates al respecto de la naturaleza mafiosa de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Elizabet Fernández. Es incesante el peregrinar de los dolidos y decepcionados notorios, como actores, periodistas «militantes» y dirigentes políticos, que aseguran que ya no hay margen, ante la abrumadora evidencia, para sostener alguna duda sobre lo ocurrido. Es que, y esta no es la excepción, una imagen vale por millones de palabras.