Irritado en extremo, el presidente de la nación avergonzó a sus compatriotas lanzando un brulote en México en el contexto de una visita oficial que nada le aporta a la sociedad y cuyo costo exorbitante revela el grado de hedonismo e indiferencia que el gobierno nacional y popular tiene por los ciudadanos.
Su frase “Terminemos con la payasada, no hay un delito por adelantarse en la fila” buscó de modo brusco y autoritario cortar el escándalo desatado por las revelaciones de Horacio Verbitsky quien, sin escrúpulos ni vergüenza, relató cómo su amigo de muchos años, Gines González García, lo citó al Ministerio de Salud para aplicarle la primera dosis de Sputnik V. De ahí en más, el peso de lo que viene ocurriendo lleva, tal como se cita en el central de este medio, lo que el defensor de la tercera edad Eugenio Semino denomina “un genocidio de viejos”.
Para el presidente de la nación no existe delito en saltar la fila. La boutade presidencial fue contestada por los jóvenes de Franja Morada de la Facultad de Derecho de la UBA, quienes viralizaron un duro cuestionamiento en una carta abierta bajo el título “Se anima a decir en un aula de la Facultad de Derecho lo que declaró en México? El vacunatorio vip es delito”. Impera el silencio presidencial como respuesta.
La lista de skip the line es enorme y salta por un dato que dio el diputado y presidente de la UCR nacional Alfredo Cornejo. “Según los anuncios hechos por el propio Gobierno, a la fecha constituyen un total de 1.800.000; sin embargo al ingresar al Monitor Público de Vacunas que lanzó el Poder Ejecutivo se verifica en el ítem de dosis distribuidas que las mismas alcanzan un total de 1.720.115”. Falta saber en donde están o a quien cuando y donde se aplicaron las 80 mil vacunas faltantes.
No hay inocentes. Y queda claro que no se han cometido errores. Es un plan, y venía bien hasta que Verbitsky abrió su enorme y servicial bocaza. En su momento, durante la campaña de 2015, Mauricio Macri señaló que era hora de terminar con el curro de los derechos humanos. Su aserto mereció la repulsa de todos los integrantes del arco político que responden a las tribus peronistas en el poder. Es un predicamento que debe abordarse. Human Right Watch, en boca de Miguel Vivanco, señaló que en Argentina hay una selectiva utilización de la vacuna anti Covid y que es un claro ejemplo de violación de derechos humanos. Estela de Carlotto, vacunada VIP, no ofreció respuesta a tremenda denuncia.
Sin duda que, tal como señala un comunicado de diputados de Juntos por el Cambio, lo que está ocurriendo y se denuncia en referencia al hospital Balestrini de la Matanza se replica en todo el país: allí se ha llegado a la sustitución de identidades para vacunar a los propios. Tal como hemos señalado una y otra vez, el Frente de Todos es sólo de algunos todos.