Una aventura militar que se transformó en un baño de sangre interminable

Las cámaras mostraban, 24/7, una Kiev sombría, que lucía abandonada como si se tratara de una imagen post apocalíptica. Los analistas señalaban que Ucrania no resistiría ni 96 hs la presión rusa. El presidente Biden le ofrecía el avión presidencial a Volodomyr Zelensky para que abandonara el país y formara gobierno en el exterior.

Nada de eso ocurrió, y hoy Kiev resiste, tal como señalan numerosas cuentas en redes sociales que hacen una cobertura global de esta sufriente nación. Mientras tanto, John Bolton, el ex consejero de seguridad nacional de Donald Trump, dice que para nada es posible creer que Vladimir Putin sea amigo del presidente de EEUU tal como éste parece creer.

Tras la última conversación mantenida por estos líderes, el ruso respondió con un ataque criminal sobre blancos civiles en la capital ucraniana. No sólo eso: Putin se encargó de hacer saber que le había asegurado a Trump que está de acuerdo en detener la guerra, pero sin renunciar a sus objetivos. Léase: la captura definitiva de Crimea, Kherson, y el Donbas.

Donald Trump expresó, luego de la mentada conversación de una hora con el presidente ruso, su decepción por lo conversado y más aún por el brutal ataque a Kiev: más de 500 drones y una tanda de misiles, que dejaron muertos y heridos en la población civil de dicha ciudad.

Esto llevó a su vez a una nueva conversación entre el presidente estadounidense y su homólogo ucraniano, en donde éste le insistió en sostener el apoyo a la protección aérea de Ucrania. Según señaló Zelensky en la reunión se habló de la defensa aérea: «Hablamos sobre las oportunidades en defensa aérea y acordamos trabajar juntos para reforzar la protección de nuestros cielos». También informó que parte de la conversación también tocó «la industria de defensa y la producción conjunta» de material militar y de seguridad. «Estamos listos para proyectos directos con Estados Unidos y creemos que esto es crucial para la seguridad, especialmente en lo que respecta a drones y tecnologías relacionadas», ha indicado el mandatario antes de intercambiar, por último, impresiones con Trump sobre la situación diplomática y el trabajo conjunto con otros aliados.

La guerra de Ucrania es central en el análisis europeo: todos los lideres señalan que, si no se para a Rusia en Ucrania, el próximo objetivo es Europa. De hecho, autoridades rusas han afirmado que los países bálticos —Estonia, Letonia y Lituania— junto con Polonia, serían los primeros países de Europa en sufrir en caso de un conflicto directo entre Rusia y la OTAN. Según el funcionario, estos estados han mostrado «alta agresividad» hacia Moscú: «Deberían comprender, pero aún no comprenden, que en caso de una agresión de la Alianza del Atlántico Norte contra Rusia y Bielorrusia, por supuesto perjudicará a todo el bloque de la OTAN. Pero los primeros en sufrir serán, en mayor medida, los portadores de ideas como las que se encuentran en los círculos políticos de Polonia y de los países bálticos».

No se trata de la gloria de Trump. Se trata de la supervivencia de una cultura que ha significado al mundo por milenios.