Si bien los humanos retomaremos nuestra agenda habitual más pronto de lo que anuncian los cálculos publicados en los medios, lo sí que está cambiando velozmente es la situación de equilibrio de poder entre naciones, en particular las relaciones ya de por si complejas entre China y Estados Unidos.
El diario The Guardian publicó en una columna firmada por Helen Davidson un artículo shockeante en el que se anuncia que el gigante asiático deja de lado el dólar en sus transacciones cotidianas.
Según señala la nota del 28 de abril, China sorprendió al mundo hoy decidiendo que va a cancelar el dólar en las transacciones bursátiles y a comenzar a comerciar oficialmente con yuan chino en su lugar. Se trata de un paso audaz e importante en la historia económica de China y significa que el dólar se ha vuelto inexistente para el comercio del país asiático. La previsión es que el dólar estadounidense caerá bruscamente frente al yuan chino, lo que podría afectar los mercados mundiales, que quedaron sorprendidos por la decisión. En el programa de la tarde de BBC, World English, al discutir la noticia expresaban: “Es una guerra económica que puede llevar al mundo a una guerra devastadora, dependiendo de cómo actúe Estados Unidos ante esta decisión. En 2021, China liderará el mundo”. Este es el viejo sueño de China y lo que planeó lograr durante décadas o más.
Además, China planea empezar a operar con una criptomoneda, el “digital e-RMB”. “Una moneda digital soberana ofrece una alternativa funcional al sistema de liquidación en dólares y mitiga el impacto de cualquier sanción o amenaza de exclusión, tanto a nivel de país como de empresa”, dijo el informe de China Daily la semana pasada. Algunos funcionarios del gobierno y funcionarios públicos recibirán sus salarios en moneda digital a partir de mayo. El objetivo es lograr una disminución en el uso del dinero en papel en medio de la creciente popularidad de las plataformas de pago digital, y teniendo en cuenta que las personas evitan el contacto físico durante la pandemia de Coronavirus.
Esta maniobra del gobierno chino también puede facilitar la integración en los mercados de divisas que se negocian globalmente, reduciendo el riesgo de que existan de interrupciones de inspiración política. La torpe respuesta de Donald Trump fue especular con poner más aranceles al comercio con China, lo que provocó otra caída brutal de los activos mundiales y golpeó momentáneamente a las corporaciones estrella de Estados Unidos, Microsoft, Apple, e IBM, las cuales vienen registrando un importante crecimiento en medio de este caos planetario.
No menos importante es que China y Japón comenzaron a comerciar con monedas digitales, dejando de lado el dólar como árbitro entre el remimbi y el yen. Ambas naciones, en un comunicado conjunto de sus bancos centrales, notificaron esta nueva situación. Según la agencia China Nueva, el yuan se intercambia también con otras siete divisas (euro, libra esterlina, dólar australiano, dólar canadiense, dólar de Hong Kong, ringgit malasio y rublo ruso), pero pasando por el dólar americano como valor intermediario. El intercambio directo de divisas comienza después de que China y Japón —respectivamente, segunda y tercera economías del planeta—, firmaran en diciembre acuerdos para facilitar y reforzar su comercio y las inversiones bilaterales.
Ya nada será igual.