Cruces, conflictos y cambios. Es un hecho que los integrantes de la bancada del FR están a disposición de la actual intendencia y que buscan interactuar en la rosca política menor que les devora la voluntad. Qué otra explicación puede haber para el actito en el hotel Nuevo Ostende en el que se buscó “reparar el grave daño a la imagen de Mar del Plata provocado por la denuncia del diputado Abad”.Triste que ahora los mandados por Joaquín De la Torre sean actores en la interna radical, que se recrea una y otra vez de manera agotadora. Cambio si lo hay el de Gustavo Blanco, alineado absolutamente con el intendente de modo tal que se llegó a señalar que se había alejado del PRO. Blanco -cuya madre es fiel escucha de la 99.9, y deja mensajes elogiosos para el medio y su hijo- no tiene previsto alejarse del PRO, pero decidió tomar distancia de relaciones humanas tóxicas que lo estaban complicando política y funcionalmente.
Nombres y acuerdos I. Habitualmente se les designa como “dirigentes sociales”. O Piqueteros, pero pocas veces se les conoce por nombre y apellido. Algunos de estos así denominados concurrieron a una reunión de conciliación penal buscando evitar que la IPP 0800 0202048 de 2016 tomase el rumbo de llevarlos a un juicio oral y público.
Nombres y acuerdos II. Se llegaron a dicha oficina de mediación Martín Gonzalo García, representando a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular; Stéfano Federico, por la orga El barrio en sus puños, y Cristian Adrián Barattucci, por la cooperativa América Construcciones. En la reunión, que fue muy larga, los agentes públicos de la Fiscalía y la Defensoría oficial debieron apelar a toda su paciencia para que estos finalmente firmaran un acta con la Municipalidad, en la que se comprometen a abandonar las prácticas vandálicas que llevaron a cabo, y buscar un modo pacífico de solucionar las diferencias.
Nombres y acuerdos III. En otra acta se deja constancia de que se acogen al proceso de mediación Marcos Carboni, por el grupo Teresa Rodríguez; Hernán Luza, por la Coordinadora de Unidad Barrial; Raúl Armando Álvarez, por la cooperativa A trabajar, y Roberto Eduardo Correa, del Movimiento Barrios Unidos en Lucha, grupo variopinto que puja sin discreción por fondos públicos y manejo territorial. De varios testimonios recogidos en la ocasión, uno señala que varios de los presentes estaban un tanto agresivos, y por momentos muy fuera de tiempo y espacio. Claro que eso no se trató en la mediación, sólo quedó en el off del acuerdo que garantiza, en tanto no hagan más daño y vandalismo, el perdón de sus actos. Ventajas de pertenecer.
De pagos y reclamos. En este año no hubo día prácticamente en que no se presentaran ante el palacio municipal grupos reclamantes. Por, entre otras yerbas, contratos no registrados, promesas de empleo público que venían de la desgestión anterior, y sociedades de fomento que arrastraban deudas de dos años en silencio por promesas políticas. A fines de noviembre, la actual administración les abonó a las sociedades de fomento casi dos millones de pesos en convenios caídos y actuales. Mucha palata de los impuestos que pagan los marplatenses.