Repercusión y nueva data. Los entremeses culebronescos de las fiscalías federales de Mar del Plata tiene otro capítulo y fuertes repercusiones. Laura Mazzaferri provocó una brutal ruptura entre el personal de las fiscalías de primera instancia. Pero todo esto no hubiera sido posible sin antes haber cooptado y atomizado el movimiento sindical dentro de la justicia marplatense. Un personaje clave en este recorrido es la militante del Movimiento Evita Lorena Vallejos. Vallejos, hoy nombrada en el Ministerio Público Fiscal, opera desde la Fiscalía Federal N° 2, y junto a los ilegales e irregulares miembros de ATAJO (Gelemur, de Patria Grande; Carignano y Muraca, de La Cámpora, y Belén Cano, de Libres del Sur) fueron quienes se pusieron al hombro el desembarco del seudo sindicato “SITRAJU Cámpora”, que tiene como único objetivo la incorporación de militantes rentados a las arcas estatales. Por supuesto que nada es gratis. Tanto Vallejos como Cano fueron efectivizadas en sus cargos de manera ILEGAL e IRREGULAR con sólo meses de antigüedad, postergando así a muchos de sus “compañeros”, como a ellas les gusta llamarlos casi en tono de burla. Eso sí, de actividad sindical verdadera y defensa de los derechos de los trabajadores frente a los atropellos de Mazzaferri, mejor ni hablar. Ya en categoría de ñoquis consagradas se mantiene Rosa Dettori (mujer del “Toro” Aiello) y Mila Montaldo (mujer del sindicalista Dellarosa). Habrá más delicadezas para este boletín.
De elevaciones y operaciones. Llegó la hora en que los fiscales Pizzo y Bruna determinaron el raid penal de Gustavo Arnaldo Pulti y sus ex secretarios de Hacienda. Es así que en la elevación a juicio que han requerido señalan: “Los testimonios de los responsables del Área Contable Municipal ponen en evidencia que Gustavo Pulti y Daniel H. Pérez tenían conocimiento de que su actuar constituía una transgresión a la normativa que regulaba el período fiscal, y pese a ello siguieron adelante con sus conductas antijurídicas durante meses, omitiendo lo establecido por art. 55 de la Ordenanza 22.081 complementaria del presupuesto 2015, y sin articular durante ese largo período el mecanismo que les hubiese permitido alcanzar el fin buscado ajustados a derecho”. No se trataba de pagar los sueldos, se trataba de eludir la correcta administración pública usando el dinero de lo recaudado para otros fines electorales y sumar un costo exorbitante a los vecinos de Mar del Plata, que aún hoy pagan las consecuencias de este desquicio. Próxima semana, investigación central de N&P con todos los detalles.