De boinas y sangre nueva I. Aquellos jóvenes irreverentes que formaban la Coordinadora radical, hoy son abuelos. No es cierto que nada pasa: el tiempo hace lo suyo. Así quedó expuesto en el Congreso Programático Radical, que se llevó a cabo en el Colegio Nacional Arturo Illia, todo un símbolo para la generación política del ’83. Se vieron caras que han pasado por el poder en la ciudad: ex concejales y ex funcionarios como Manolo Fernández Daguerre y Alejandro Garis, y los que no siendo nada niños van por la trascendencia, tal el caso de Mario Rodríguez o Maximiliano Abad. Causó buena impresión la presencia de Gustavo Blanco y Emiliano Giri, ambos del PRO, que si bien no participaron en comisiones, estuvieron toda la jornada, intercambiando con el resto de participantes activos del encuentro. Chapeau para Norberto Pérez, ideólogo y master en la realización de este mitín refrescante para la política en general, pese a la ausencia de un sector que en crítico documento se autoexcluyó de la cita. Se bajó a último momento el secretario de Gobierno Alejandro Vicente, quien alegó sin cortapisas que no soportaría estar en un mismo ámbito con Gustavo “Tato” Serebrinsky, articulador de campañas sucias en las redes contra la gestión y la persona del intendente.
De boinas y sangre nueva II. El sector que nuclea a Vilma Baragiola, Nicolás Maiorano -de viaje fuera del país- y Cristina Coria emitió un documento crítico, y así justifico su no concurrencia. En el mismo señaló: “Cuando la política es excluir, con un Congreso no alcanza. Atento a la realización del denominado “Congreso Programático de la UCR Mar del Plata”, el espacio Lista 1 – Radicales en Cambiemos desea comunicar las razones por las que no participa del mismo. Somos radicales con representación de concejales, consejeros escolares, convencionales provinciales y nacionales, miembros del plenario partidario, funcionarios municipales, militantes y adherentes a nuestra UCR. Desde la asunción de la nueva conducción partidaria hemos sufrido constantemente la negativa a ocupar los espacios que por derecho nos corresponden, utilizando una mayoría circunstancial para llevarse por delante nuestra Carta Orgánica. Lamentamos que dicha conducción no haya generado el espacio adecuado para poder encontrarnos a conversar, para saldar diferencias y proponer acciones”. Las posiciones que se sostienen ya no son sólo políticas, sino personales e irreconciliables, lo cual tendrá consecuencias políticas en la ciudad, sin dudas.
Anuncio y polémica. El anuncio de la nueva tarifa del gas para Mar del Plata -la misma que se aplica a Bahía Blanca- no fue suficiente para dar algo de espacio a la administración, que ese mismo día dio una conferencia de prensa en la que el tema excluyente para los cortapegadores de noticias era preguntar el motivo de la presencia del intendente Arroyo en la Escuela 205. Arroyo fue claro y contundente: “aunque no les guste, voy a ir cada vez que lo crea necesario, sin avisar hora y día, sólo para ver cómo funcionan las cosas”. Todo bien, pero el intendente debería defenderse a sí mismo y cambiar a la secretaria de Educación. Pagar semejante precio político no tiene ya justificativo alguno.