De disparate y ausencia de sentido común. Dijo Shakespeare un día que hay más cosas entre el cielo y la tierra que las que el común de los mortales puede ver, y parece que es así, nomás. O por lo menos parece ser el caso de la insólita exculpación de la que el juez de garantías Juan Tapia echó mano para liberar a Eduardo Bruzetta -tenedor de libros, ex mandamás de Inspección General- de las responsabilidades que derivan de haber demolido sin orden judicial una vivienda privada, arguyendo razones extremas y de urgencia. Disparate, porque para dar por cierto que Bruzetta no es responsable de sus actos como funcionario público, el juez evaluó que las ordenanzas no son equiparables a una ley. En paisano: según Tapia, las ordenanzas son un texto de calidad institucional menor, y se pueden obviar, burlar o literalmente ignorar. Sí señor, así como se lee; y tiene título de abogado y es juez. ¿Será material suficiente para un pedido de juicio político?
Retruécano. En el tema, hay ya dos presentaciones en la Cámara: una por parte de la Fiscalía 10 de Delitos Económicos, y otra por el particular damnificado. En la presentación del particular damnificado, se señala que el juez ha pasado por alto que Bruzetta, entre otras delicias, ignoró las recomendaciones de la Procuraduría Municipal, que le indicaba el camino a seguir, que no era precisamente el de demoler a lo bestia, jactándose además de ello en los medios. Que el juez también omite que hace una década se había dejado en claro el marco legal de las ordenanzas, equiparándolas a las leyes provinciales y nacionales. Es claro que la definición de Tapia, para regalar un día de jolgorio al pultismo en la persona de Bruzetta, es sólo posible en el marco de las relaciones espurias del poder.
Reaparecido. En un escenario complejo para la oposición, reapareció en escena Carlos Cheppi, quien está convencido de que puede terciar en la lucha política local. El ex embajador en Venezuela señala que no va a aceptar el dedo de nadie, y que su propósito es trabajar para derrotar a Cambiemos. Coraje no parece faltarle para decir tremenda cosa como que hay quienes pretenden armar una lista con el dedo.
Silencio. Que no es salud, por cierto. El 16 de mayo, Noticias & Protagonistas Radio dio a conocer la intimación municipal a Emprendimientos Terminal SA a quitar el nombre de fantasía Paseo Aldrey Cultural y Comercial, y a sustituirlo por el establecido por el pliego de concesión, Centro Cultural Estación Terminal Sur. Ningún medio local tomó la noticia: silencio absoluto en los canales de aire, silencio en las páginas digitales. Le niegan a sus audiencias una información relevante.
Caras y hechos. No era feliz la cara del jefe de la Policía bonaerense Fabián Perroni en la conferencia en la que el jefe de los federales anunciaba el desbaratamiento de una banda de narcotraficantes operada por travestis. No era feliz porque el procedimiento se llevó puestos a policías de su fuerza, que una vez más queda en el peor de los lugares, el de la corrupción. En esa banda desbaratada destaca el travesti conocido como “Mara”, de una ferocidad y capacidad de violencia extrema, un tema que los medios locales han evitado señalar. Quizá la relación de Mara con el fiscal general de cámaras Daniel Adler en la mesa sobre trata explique tanto silencio.