Aire fresco. Ante las cuestiones que agobian a diario a la sociedad, la ciencia argentina da respuesta. Es un agujerito para respirar. Es el caso de la distinción que recibe la Dra. Ing. Florencia Montini Ballarin, que ha sido elegida por MIT Technology Review entre los 35 ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017, por haber creado un injerto vascular a partir de un nuevo material biomimético con las mismas propiedades elásticas que los vasos sanguíneos y que además no produce coágulos y es reabsorbible por el cuerpo. Montini Ballarin es egresada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata, y hay euforia entre sus ex compañeros y docentes que hinchan el pecho de orgullo.
Puja entre campo y ciudad I. Por estas horas, con un corte sobre la ruta 11 se reinició la visibilización de vecinos que están en contra de la actividad agrícola, tema que convoca cierta empatía mediática. En la controversia generada hay un capítulo en desarrollo que busca dar respuesta para poder tener un equilibrio entre el cinturón frutihortícola y la expansión desmedida de barrios que ocupan tierras productivas. El Colegio de Ingenieros se presentó como “amicus curiae” en la causa judicial que tramita ante la Corte (“Picorelli y ots. c/ MGP”), en la que se dictaron medidas cautelares que imponen restricciones a las labores productivas, de enorme consecuencias económicas.
Puja entre campo y ciudad II. En su presentación, de carácter eminentemente técnica, el Colegio planteó: (1) que hay que controlar, modular y, en cierto punto, restringir la expansión urbana (que no sólo trae problemas en estas cuestiones, sino también en otras, como el consumo de energía, el costo de infraestructura y lo que algunos urbanistas denominan “hipoteca vital”, refiriendo al costo en tiempo diario de traslado del lugar de morada al de trabajo); (2) que en condiciones adecuadas, pueden coexistir en los bordes de la ciudad la vida urbana, o peri urbana, con la rural y la producción agrícola; (3) que esas condiciones se generan siguiendo ciertas pautas y prácticas, que comprenden la intervención de profesionales idóneos en la prescripción y el control de la aplicación de los productos agroquímicos, la aplicación adecuada (buenos productos + aplicadores idóneos + maquinaria adecuada + condiciones externas ponderadas), léase utilizar métodos de fumigación puntual que no afecten a terceros.
Los recursos que llegaron al sector frutihortícola en un monto de ocho millones de pesos estarían indicando que el poder político está entendiendo la importancia estratégica del sector sin fanatismos que tergiversan la realidad.