De cambios e indefiniciones I. Las reuniones de Gabinete local deberían filmarse: darían para un estudio sociológico, material para novelas de ficción y, obvio es, proveen para esta columna. Suelen ser básicamente intensas, como aquella en la que el secretario de Salud Gustavo Blanco le sacudió al todavía hoy titular del ENOSUR una catilinaria feroz sobre su trabajo —o su no trabajo— y la realidad de lo que ocurre en el predio de disposición final de residuos. En dicha reunión, Blanco expuso sobre el trabajo en Salud que intentan llevar sobre aquellos que cirujean, la relación con el obispo Gabriel Mestre, y con la madre del párroco “Padre Chobi” —enemigo declarado de Macri, pero generoso en la consideración hacia la gobernadora Vidal—, entre otros temas. Ese encuentro no fue ni por lejos la primera vez que Eduardo Leitao recibió como para hacer dulce de leche; en una oportunidad anterior, el poco enjundioso Gustavo Gil de Muro le espetó: “qué hablas del basural vos, si no vas nunca y no tenés idea de qué carajo pasa ahí?”. ¿El intendente?, nada de nada, como si no fuera su tema. Eso sí, luego se pasea con Leitao y se saca fotos que van en la gacetilla municipal mostrándolos juntos.
De cambios e indefiniciones II. El intendente tiene rodeada la manzana. Vidal quiere imponer a Guillermo Montenegro, y Baragiola ya avisó que va por la PASO buscando coronar en 2019 lo que la infame maniobra de Eva Moyano y Gustavo Arnaldo Pulti le arrebataron en 2015. Si no define y cambia funcionarios, se va sin gloria y con algunas penas. Hay muchos actores que quieren ayudarlo, pero el hombre es bravo y desafía la lógica más de una vez. Los planetas aún se le pueden alinear, pero de él depende. Hay cuestiones que si sigue demorando se lo van a fagocitar.
Más enojos. Hernán Mourelle sigue inquietando a los actores de la vida pública marplatense. Los de la pesca salieron de las reuniones muy amoscados por el tonito de la afirmación del secretario de Hacienda: “la pesca no le deja nada a Mar del Plata”. Ese fue su mensaje, en tanto el intendente degustaba una Coca Cola y parecía más bien muy aburrido. Lejos de sus diferencias, los distintos sectores, que fueron todos recibidos, van por auxilio a otras esferas con la esperanza de que alguien le ponga stop al recaudador impenitente, que anuncia que en el presupuesto 2019 los recursos propios serán suficientes para pagar el costo operativo de la comuna.
Otros enojos. Mucha gente acostumbrada a no pagar y gozar de excepciones. Radiodifusora Federal, más conocida como Canal 8, tiene una deuda millonaria con la comuna y amenaza con ir a pedir al propio Federico Salvai para que el municipio ceda en su pretensión de percibir lo que corresponde. Creen en que un ukase público de la Gobernación logre impedir que le inicien juicio por cobro de impagos. Según señala la directiva del canal, un exsecretario había prometido una quita de capital, algo imposible por dentro de la ley, y el canal tampoco acepta pagar en segundos de pauta e ir liquidando deuda. Fueron tan poderosos…