De poder y ambiciones I. La charla entre el editor responsable que delira con hacer caer el gobierno comunal y el operador político no asalariado era de este tono: “se cae, el viejo se cae; le sacan el secretario de Gobierno y se va Mourelle”. La afirmación corría por parte del editor responsable. El operador no rentado argüía como podía en contra, básicamente porque no tenía ni idea. La luz al respecto de lo afirmado llegó vía el ministro de Gobierno de María Eugenia Vidal, Joaquín De la Torre, armador de la intrusión en Cambiemos de Lucas Fiorini y su grupete Crear. Muy suelto de cuerpo, De la Torre arremetió, y nombrando en reiteradas oportunidades a la Gobernadora y en su nombre, exigía la separación de sus cargos de Alejandro Vicente, secretario de Gobierno, y de Hernán Mourelle, secretario de Hacienda. El editor responsable había asumido vía sus fuentes que la movida era un hecho. Pero nada de eso se concretó, porque Arroyo hizo llegar su respuesta indubitable: “si eso es lo que la Gobernadora pretende, que me lo diga ella misma”. Y la historia no terminó ahí.
De poder y ambiciones II. La butifarrada de Joaquín llevó a una conversación en directo con Alex Campbell, quien negó terminantemente que la gobernadora Vidal tuviera algo que ver, señalando que en todo caso De la Torre iba por la libre en su petición y que no estaba nada bien que invocara a “Mariú”. Nada cambia, porque está claro que la Gobernadora incorporó a De la Torre y con él a grupos que intrusan Cambiemos y buscan hacerse de poder para digitar las listas el año que viene. Hernán Mourelle estaba al tanto de la pretensión, y expuso ante unos pocos que directamente iría a La Plata, y presentaría la renuncia para volver de inmediato y jurar como secretario de Hacienda de Arroyo ya sin patrocinio platense.
Encuentros y decepciones. Todo tipo de encuentros se llevan a cabo en Mar del Plata. Los políticos suelen gozar de poca prensa, pero marcan agenda. El radicalismo está conteste de que la Gobernadora no lo tiene muy en cuenta y arma línea propia reciclando peronistas, en particular aquellos que fueron tropa de Sergio Massa. El modo de actuar es ningunearlos, y hacerles sentir que per se no tienen votos. Algo de eso dejó entrever el vicegobernador Daniel Salvador, que aquí bajó un mensaje de “no pidamos mucho, vamos tranquilos que algo nos van a dar”. Luego de escucharlo se entendió que Salvador va sólo por su candidatura, repitiendo como vice de Vidal, y que el resto es sacrificable. El mensaje de “no queremos volver a los 90” que dio Mario Rodríguez en referencia al Banco Provincia podría ser la piedra de toque del nuevo escenario que se viene en la coalición política.