Duro traspié. La firma Boldt, luego de fracasar en voltear el procedimiento administrativo que llevó a la clausura del Casino del Mar, intentó por la vía judicial salvar la situación que mantiene la clausura, pero recibió un nones de una en primera instancia, al rechazarse la cautelar propuesta in limine. Apelaron -fueron al contencioso-, y el pasado viernes 21, con voto del juez Richitelli al que adhirió el juez Mora, recibieron otro varapalo judicial, al quedar firme la decisión de primera instancia. Ergo, deben hacer lo que corresponda para habilitar en los términos que impone el orden legal enmarcado en las ordenanzas vigentes. Ni los llamados histéricos de Aldrey a La Plata, ni las amenazas sotto voce del tipo “vos sabés que estos tipos metieron preso a Boudou” cambian la determinación de que el plano del cumplimiento de la ley sea para todos por igual. No es el fin de esta historia; habrá más, y causará impacto notable en la vida de la comunidad.
Cruces y cambios. Finalmente el Concejo Deliberante aprobó el contrato con el CEAMSE para dar orden y concierto al manejo de disposición final de residuos en Mar del Plata. Quienes entienden de la dinámica interna del actual poder comunal señalan que será la piedra de toque para cambios en el área. El intendente se había comprometido ante funcionarios de su propio gabinete a que los cambios llegarían con la firma del contrato. Hay, en ese contrato, algunas aristas que la oposición destacó, como el poder de sancionar que debe poseer el municipio. Lejos de las luces de los medios, se asevera que detrás de un texto algo impreciso, el poder de control está intacto. La misma fuente sostiene ante este medio que dicho texto es para cubrir las espaladas de otras comunas -caso Balcarce- que no poseen estructura de control y delegaron directamente en la OPDS. Será de ver, según pase el tiempo, si surgen o no acciones que pongan a prueba la capacidad municipal de control.
Que se vaya. Así lo pidió literalmente a los gritos Mariano Retrivi en la Subsecretaría de Pesca de la Nación como resultado del destrato que Juan Bosch le ha propinado a los buques de la flota fresquera de Mar del Plata con sanciones que los armadores juzgan ridículas y ajenas a las normas vigentes. Concretamente, se imponen sanciones de parada en muelle en plena zafra de langostino aplicando una resolución que ya no rige y por faltas muy menores. La norma derogada imponía un peso máximo permitido por cajón; esos máximos estarían superados en un porcentaje no superior al diez por ciento de la norma, y sirvieron para imponer una prohibición de pesca de catorce días, que es a todas luces exagerada. El tema está lejos de haber concluido.
Lento, muy lento. El proceso administrativo para determinar la suerte del exniño mimado del juez Santiago Inchausti, Darío Molero, avanza muy lentamente. Ya hay testimonios en el caso, algunos muy fuertes. Las actuaciones se guardan bajo llave, pero la suerte del secretario federal parece echada. Otro que ve venir la guadaña judicial es el excamarista Jorge Ferro. El ex todopoderoso actor de la Cámara Federal tendrá que soportar una fuerte aceleración de los tiempos judiciales. En ese contexto, una medida que pocos creían posible finalmente se produjo: la detención domiciliaria de Roberto Balbuena, del estudio previsional investigado como responsable de cientos, quizá miles de jubilaciones truchas.