De poderosos y rehenes.
Desde que Florencio Aldrey Iglesias tomó de rehén a la clase política marplatense en los tempranos 80’s nunca nadie imaginó que podría vivirse una situación en reversa de poder como la que se está viviendo en este momento. Los que dan una batalla increíble son los propios lectores de La Capital, que en cada mendaz publicación empujan con sus comentarios a que las mismas sean quitadas rápidamente de la edición digital. Pasó con la “entrevista” a Fabián Perechodnik, que fue eliminada dada la chorrera de epítetos y descripciones brutales sobre la persona del dicente, el medio, y el patrón del mismo. La “entrevista” al impresentable Ministro de Gobierno de Vidal, Joaquín de La Torre, sobrevivió porque entre otras cuestiones fue tan lavada que ni para enojarse dio a los lectores que están por cierto alborozados que tremendo abuso (la concesión) llegue a su fin.
De poderosos y rehenes II
Los rehenes frecuentes de Iglesias están asustados: nadie sale a decir algo contundente a la altura de lo que el mandamás galaico esperaría. Lo más atrevido salió de boca de Mario Rodríguez y Alejandro Carrancio: ambos pidieron revisar todas las concesiones de unidades turísticas fiscales como un modo de emparejar la cancha. Sólo eso, poquito. Por cierto el temor está y nadie sale a bancar al Intendente, sumando a la mala cizaña de decir que esto se trata de sólo una cuestión personal. Es lo que funcionó cuando, siendo concejal por la UCR, Hugo Chade impulsó la inspección y clausura del Hotel Hermitage: lo dejaron solo, muy solo, y fue el fin de su carrera política. El que más lo cuestionó fue el ex senador por la quinta sección electoral, habitual competidor en la carrera conocida como “el que gana es el más alcahuete del gallego”. Chade no fue el único radical que se quedo girando en vacio ante Aldrey.
De poderosos y rehenes III
Una invitación: googleen, y vean si encuentran una sola cita de lo relatado en el texto previo a este, sobre las acciones de Hugo Chade. No lo van a hallar, porque el cerco informativo a funcionado ocultando la memoria de la ciudad. Otro que la pasó mal fue Nicolás Maiorano, quien en su primer período como concejal buscó que la administración hiciera quitar la cerca que rodea la Playa Las Toscas. Maiorano hizo una profusa campaña, que incluyó fotos suyas junto a la cerca, pidiendo la remoción de la misma. A diferencia de Chade, no fue su muerte política: tenía estructura propia que lo protegía. Los conmilitones del VARA fueron más dignos que la Coordinadora de Mar del Plata que entregó a Chade sin miramientos políticos o humanos.
Lejos de la verdad, buscando cómplices
El viernes 12, el multi Ladrey presentó una acción ante el Contencioso Administrativo buscando frenar la caducidad y parar el desalojo inminente, aduciendo, entre otras cuestiones, falta de notificación previa, multas etc. Dos cuestiones: la presentación es improcedente, obviamente maliciosa y se basa sólo en la idea de la actitud pro sistema que ha tenido hasta hoy el juez del Contencioso nº2 de Mar del Plata. Una delicatesen final: un espectáculo de la verdad pública fueron los comentarios de los lectores digitales del multi Ladrey, y una vergüenza máxima: ilustraron un artículo sobre la situación con una imagen de Playa Grande. Hasta los escribas de Florencio se avergüenzan de la mugre que hay en la unidad fiscal en cuestión.