Malas lenguas 1142

 

De asados y roscas. El anfitrión fue un exitoso abogado, cuasi páter del derecho administrativo. Quincho de luxe como corresponde a los NAC & POP, en donde confluyeron figuras variopintas del folklore local. Allí se hizo presente el impresentable (valga la rebuznancia) de Joaquín de la Torre, el mismo que creía que lo iba a manejar al hombre del piloto y ahora anda dando lastima por la provincia luego de enterrar la elección por 20 puntos ante el vecino del barrio porteño de Agronomía. Si en vez de atormentar y cuestionar a los intendentes en la tilinguería de querer imponer una línea propia hubieran trabajado con ellos, otra sería la historia. Poner sujetos menores como De la Torre trae consecuencias, siempre.

Dando cátedra l. La reunión en el salón del Hotel Iruña ante el gabinete ampliado fue una cátedra de dos horas del intendente ante los funcionarios a los que instó a defender la tarea realizada en estos cuatro años de gobierno. Hubo momentos para la jocundia por datos precisos del estado en que se recibió la ciudad y lo que hubo que hacer para ponerla en marcha: aunque parezca increíble, y casi de humor negro, los datos duros del desastre que dejó Cospelito, a la distancia, provocan risas. Un momento peculiar lo dio el sonar constante e irritante del celular del intendente que, obvio es, no atendía porque estaba exponiendo. Tomó el aparato un colaborador que le apuntó: “es Guillermito”, lo que provocó la risotada general ante la clara molestia del lord mayor que, someramente, dijo: “apagá eso”.

Dando cátedra II. Arroyo demostró su carácter y su hombría de bien en el Iruña. Primero, destacó la tarea de Pablo Simoni al frente del EMVIAL, exponiendo una profunda admiración por la labor del ingeniero. Un rato más tarde, al hablar del trabajo del área de salud en el predio de disposición final de residuos y de la baja en la mortandad infantil, se emocionó hasta las lágrimas y pidió a todos un aplauso por la labor del doctor Blanco. Es de buen general reconocer los logros de la tropa.

Interrogantes. Ocurrió en toda la provincia y también en general Pueyrredón: en donde falto el fiscal general designado, aparecieron voluntarios, siempre pertenecientes al Frente para Todos, cuestión que se revelaba al cierre del comicio dejando sorprendidos al resto de los presentes. Otra historia fue el Correo, en donde la preeminencia de la tropa de la candidatura FF era literalmente escandalosa. Los empleados de la institución cantaban por todo lo alto: “vamo’ a volve’, vamo’ a volve’”.