El regreso de los muertos vivos. Apareció de la nada. No es, para nada, por casualidad. Daniel Adler, el creador de delitos federales llamado a silencio desde diciembre de 2015, retornó con una denuncia en la que pide que se investigue la supuesta “inacción comunal” al respecto de los ataques de perros que han traído consecuencias dañinas para los vecinos de la ciudad. Un dato: Adler es fiscal federal. Lo denunciado está lejos de su competencia y se presenta, por tanto, como un simple ciudadano denunciante. Eso sí, fiel a sí mismo, miente.
El regreso de los muertos vivos II. En su denuncia el fiscal —que, obvio es, es abogado— señala que la misma se produce por tomar contacto con un caso de modo directo, el de la hija del abogado Álvarez Larrondo, un funcionario designado por el propio Adler y contratado en la Fiscalía General. Adler apunta que la damnificada fue mordida por un perro y debió ser trasladada a Tandil “ante la inexistencia de vacunas antirrábicas en el distrito de General Pueyrredón”. Es literalmente infame señalar que no hay vacunas antirrábicas en la ciudad. Literalmente. No es así. La provisión está disponible en la ciudad. Por otra parte, es obvio que no hay decisión política de abordar el tema dada la controversia existente entre grupos conservacionistas y ambientalistas que se oponen a soluciones drásticas para los perros que actúan en jauría como cimarrones. Hay una sola solución: el rifle sanitario, que espanta a estos grupos que han desarrollado una empatía animal que ignora el bien supremo de la especie humana: la protección de la vida de las personas.
Danza y contra danza. La controversia por el uso de espacios públicos y habilitación de usos sigue a full. El pasado viernes el abogado de Playa Azul S.A., Osvaldo Vespa, presentó una denuncia por hechos gravísimos que afectan los derechos del concedente, la comuna, y buscan, con la complicidad de actores en el Concejo Deliberante, mantener el statu quo que permite irregularidades sistémicas. Hay una captura de Whattsapp que expone la relación cuando menos impropia entre funcionarios de Inspección General y uno de los lugares de entretenimiento nocturno más concurridos, con mensajes del estilo: “venite, ya tenés el champan esperando en el VIP”. Hay que tener presente que los mensajes no pueden borrarse definitivamente y la lista de capturas de mensajes impropios es larguita.
Una decisión trascendental. Así lo indico en la 99.9 el presidente del CUCAIBA al exponer sobre el convenio del SAME local y esa organización para garantizar el traslado en tiempo y forma de órganos ablacionados con destino a trasplante. El impulso dado al acuerdo surgió de la Secretaria de Salud de la Comuna y el CUCAIBA lo considera un modelo a seguir.