De exámenes y comprensión. Los exámenes para los cargos docentes trajeron sorpresa. Si bien son en carácter reservado, y la evaluación es anónima, fue expresado el estupor de los examinadores por las faltas ortográficas, un lenguaje muy vinculado al lenguaje de las redes, y casos de incomprensión de texto. En particular, quienes se presentaron a competir por los cargos viniendo del sistema educativo municipal alcanzaron el nivel de promedio más bajo. Eso llevo a los dirigentes a requerir un compromiso de tender un manto de piedad sobre la cuestión. No parece justo que tamaña situación no se exponga con claridad ante la sociedad.
Cambios y análisis. El equipo de Guillermo Montenegro va tomando forma de a poco. Es claro que busca generar un esquema que nada tiene que ver con lo que se dio hasta ahora en las areas de gobierno. Incluso funcionarios que son afiliados al PRO, y de los que se daba por hecho su continuidad, están haciendo los petates. Dentro del análisis de lo que viene, hubo una reunión larga debatiendo si la partida que se derivó para completar los recursos que exigió el Concejo Deliberante para afrontar el pago de asesores y los gastos corrientes es materia de denuncia penal. El análisis se dio para entender si la denuncia iría sobre Sáez Saralegui, o si debe involucrar a todo el cuerpo deliberativo. Menudo tema para iniciar un gobierno.
Lejos, pero no tanto. El que no cede en su afán de marcar la cancha es Hernán Mourelle, que recibió en cálida cena íntima el beneplácito de algunos ex compañeros de gabinete que le reconocieron su tarea y las soluciones que aportó para el funcionamiento del municipio. En dicho ámbito, “Mou” explicó por qué no debería haber temores para manejar la economía municipal de cara al 2020: según explicó, entre deudas que la provincia tiene de 2015, 2016, 2017 y 2018, cuya transferencia estaría asegurada, el presupuesto del año próximo no tendría problemas. Mourelle, que no está siendo consultado por el equipo que asume, sonríe socarronamente cuando le preguntan si Germán Blanco reúne las condiciones para el cargo.
De recién llegados y el retorno de los de siempre. Justamente Germán Blanco sería el elegido para el área de Hacienda local luego que el ex secretario en dos periodos diferentes, Gustavo Schoederer, declinara por razones personales aceptar el convite. Hay una disputa porque Schoederer dice que él mismo propuso a Blanco, y su ex jefe político, Daniel Víctor Katz Jora, se asume como el factutotum de la designación. Hay vanidad para todos los gustos.
Sordos gritos. Eso fue lo que se escuchó en la privada de la intendencia cuando Guillermo Arroyo ingresó a increpar a su padre por no haberlo designado para ser el protagonista del diálogo en la transición. Carlos Fernando Arroyo finalmente cedió, y el resultado es el previsible: cuando Guillermo interviene en algo (lo que fuere) todo detona y termina en lo contrario. Ahora no hay dialogo alguno, y sí intercambio de amenazas por las redes. Triste, muy triste.